Aviso:
“QUIENES ESTAMOS CONSCIENTES DE LA GRAN OBRA DEL GOBIERNO MILITAR,
ANULAREMOS NUESTROS VOTOS EN LAS FUTURAS ELECCIONES (DE CONCEJALES),
EN DEMANDA DE LA LIBERTAD DE LOS SALVADORES DE CHILE ENCARCELADOS,
Y POR EL FIN DEL PREVARICADOR ACOSO JUDICIAL EXISTENTE EN CONTRA DE ELLOS”

jueves, 19 de junio de 2008

Chile :LA VERDAD HUERFANA EN EL DRAMA DE CHILE

La Verdad – Huérfana en el Drama de Chile Por James R. Whelan
Julio 2007
La presidenta
El Partido Socialista
Volodia Teitelboim
Gobierno Militar
Revolución de Empanadas y Vino Tinto
Patricio Aylwin Azocar
Edgardo Boeninger,
Eduardo Frei Montalva,
Innumerables arsenales
Los militares fueron llamados, y cumplieron.
Frei Montalva de Allende.
Nuestros cirujanos son las Fuerzas Armadas.
Preguntas.
La historia oculta.
Hermógenes Pérez de Arce
El MIR.
La STASI y los cubanos.
El Frente Manuel Rodríguez, Bachelet y Almeyda.
1986 el atentado.
Margaret Thatcher... ¿Inocentes?
Asesinos de la izquierda andan sueltos.
La democracia no fue conquistada por encapuchados.

La Presidenta aparece en estos días instando a la derecha, en Chile, a reconocer la historia del país, "sin ocultar, silenciar ni omitir hechos del pasado". Pero, Sra. Presidenta: No es la derecha a quien Ud. debe dirigir ese mensaje. Es a sus propios camaradas socialistas y comunistas, y a aquellos archi-hipócritas, los democratacristianos. Por que los enemigos del pueblo de Chile no eran los derechistas, pero los izquierdistas sí. Fueron los izquierdistas –no los derechistas– que buscaban condenar este país a una esclavitud totalitaria. Para ellos, la historia de Chile empieza el 11 de septiembre de 1973, y es contada de ahí en adelante muy a su manera. O sea, son los izquierdistas que ocultan, silencian y omiten hechos del pasado.

Lo hacen referente al gobierno de Allende, o sea, como llegó Chile al trauma del 11 de septiembre. Lo hacen referente al Gobierno Militar. Lo hacen referente a sus papeles en ambas épocas de la historia. Empecemos con unos ejemplos básicos que ellos omiten, ocultan y silencian:
Fue su propio Partido Socialista que, en reiteradas declaraciones, anticiparon una lucha armada. En su Congreso anual realizado en Chillán, en noviembre de 1967, aprobaron esta resolución: "La violencia revolucionaria es inevitable y legítima... Constituye la única vía que conduce a la toma del poder político y económico, y su ulterior defensa y fortalecimiento"... Ya estando en el poder, en 1972, el Pleno Socialista declaraba: "El Estado burgués en Chile no sirve para construir el socialismo y es necesaria su destrucción. Para construir el socialismo de los trabajadores, deben conquistar todo el Poder"... Y, ¿qué esperaban los socialistas y sus socios comunistas de esa "violencia revolucionaria"?
Volodia Teitelboim, ideólogo del Partido Comunista en aquellos años, a pocos meses antes del 11, dijo en una entrevista que de estallar la revolución que estaban preparando, morirían de medio millón a un millón de chilenos. (Diario El Siglo, 1 de marzo 1973). Pero, para ellos eso fue poca cosa; Su gran líder, Lenin, había dicho "no importa que tres cuartas partes de los seres humanos perezcan. Lo importante es que el cuarto que quede sea comunistas". (Del libro, The Communist Party, publicado en Nueva York en 1935, por el frente soviético, Workers Library Publishers).
Gobierno Militar
Vale la pena recordar que, en los 17 años de gobierno militar, el total de muertos (y desaparecidos) –según el único estudio serio, o sea de la Comisión Rettig, fue de 2.279– no los centenares de miles que, con sangre fría, vaticinaba Teitelboim. Sólo nos queda especular cuantos habrían sido los muertos, cuantas vidas destrozadas, de haber ellos logrado imponer su dictadura totalitaria en el país.
Revolución de Empanadas y Vino Tinto
Y, ¿cómo fue la vida en Chile bajo la grotescamente denominada "Revolución de Empanadas y Vino Tinto" de Salvador Allende? Escuchemos de uno de los más influyentes aliados de la Presidenta, el ex-Presidente Patricio Aylwin Azocar, en un discurso que pronunció en el Senado el 11 de julio de 1973, momentos en que presidía él el Partido Demócrata Cristiano:
"Estamos viviendo uno de los momentos más graves y trascendentales de nuestra vida republicana. Chile parece un país azotado por la guerra. No ignoramos la gravedad del peligro totalitario en que el oficialismo ha colocado a Chile y estamos dispuestos a enfrentarlo sea como fuere. La población civil de nuestra patria no puede seguir a merced de grupos minoritarios armados con complicidad y tolerancia de las autoridades que tratan de imponer por la fuerza su voluntad al resto de los chilenos". (La cita es tomada del libro, Una Persecución Vergonzosa, de Alfonso Márquez de la Plata, una inigualada fuente de citas de esa índole.)

Luego, la contundente sentencia del hombre más responsable que cualquier otro por la llegada al poder de Salvador Allende, el ex-Presidente DC Eduardo Frei Montalva, en Octubre de 1972: "Chile está inmerso en un desastre económico; no una crisis, sino una verdadera catástrofe que nadie pudo haber previsto que sucedería tan rápida y totalmente... Peor que la inflación, las escasez, peor que el desastre económico es el odio que se ha desatado. Hay angustia en Chile". Por cierto, queda oculta, silenciada, omitida la tragedia de unos veinte mil chilenos que se sintieron obligados a huir de este país en ruinas. No ha habido nunca una Comisión de Reparaciones para ellos, y lo que es peor, no hay ni mención de ellos. Vino, inevitablemente, el 11.
El rector de la Universidad de Chile en ese entonces, el DC Edgardo Boeninger, dijo a pocos días del pronunciamiento: "La caída del gobierno de la Unidad Popular fue la consecuencia inevitable del desastre económico y social, la corrupción moral, la violencia y el caos institucional en que había sumido al país la acción nefasta de quienes, siendo un sector claramente minoritario, pretendieron imponer por la fuerza un régimen marxista leninista de corte totalitario"...

A un mes del 11, el ex-Presidente Eduardo Frei Montalva, en una entrevista concedida al diario español ABC, dijo: "La gente no se imagina en Europa, que este país está destruido. No saben lo que ha pasado. Los medios informativos, o callaron lo que estaba ocurriendo desde 1970, en que Salvador Allende, rompiendo todas sus promesas, y alejándose de la legalidad, inicia una obra de destrucción sistemática de la nación, o dieron noticias falsas al mundo, porque eran, acaso, sin saberlo, cómplices de esta enorme falsedad: que se estaba haciendo un raro experimento político, consistente en la implantación del marxismo por métodos legales, constitucionales, civilizados. Y ese no ha sido verdad ni es verdad.

Innumerables arsenales...
Y el mundo entero ha contribuido a la destrucción de este país, que hoy no tiene más salida salvadora que el Gobierno de los militares". "El marxismo, con conocimiento y aprobación de Salvador Allende, había introducido en Chile innumerables arsenales, que se guardaban en viviendas, oficinas, fábricas, almacenes. Los militares han salvado a Chile y a todos nosotros, cuyas vidas no son ciertamente tan importantes como la de Chile, pero que son vidas humanas, y muchas, y todas amenazadas perentoriamente.
Y no puedo decir que estemos aún a salvo, porque –ya lo ve usted día tras día– las Fuerzas Armadas siguen descubriendo reductos y arsenales. La guerra civil estaba perfectamente preparada por los marxistas. Y esto es lo que el mundo desconoce y no quiere conocer".

Los militares fueron llamados y cumplieron...
"Los militares fueron llamados, y cumplieron una obligación legal, porque el Poder Legislativo y el Judicial, el Congreso, la Corte Suprema, habían denunciado públicamente que la Presidencia y su régimen quebrantaban la Constitución, los acuerdos votados en el Parlamento y las sentencias dictadas por jueces absolutamente extraños a la política".
Frei Montalva de Allende:
"Allende vino a instaurar el comunismo por medios violentos, no democráticos, y cuando la democracia, engañada, percibió la magnitud de la trampa, ya era tarde. Ya estaban armadas las masas de guerrilleros y bien preparado el exterminio de los jefes del Ejército"... "Cuando un Gobierno procede así, cuando se producen en un país condiciones que no se han producido nunca antes como en Chile... el derecho a la rebelión se convierte en deber. Es un derecho jurídico proclamado por todos los tratadistas e historiadores... Las fuerzas militares han salvado realmente al país de su total aniquilamiento...

Nuestros cirujanos son las Fuerzas Armadas
Usted no desea operarse de un cáncer, pero llega un momento en que usted tiene que operarse el cáncer. Nuestros cirujanos son las Fuerzas Armadas, y el pueblo solicitó su intervención insistente, estruendosa y heroicamente"... Es relevante recordar que ese mismo Eduardo Frei Montalva, unos pocos años antes, había proclamado: "Hay algo peor que el comunismo, y es el anti-comunismo".



Preguntas:
¿No tiene uno derecho de preguntar por qué, si la meta es revelar la historia del país, "sin ocultar, silenciar ni omitir hechos ligados fuertemente a la memoria y a la historia de la gente", por qué, entonces, se ocultan, se silencian, se omiten los hechos descritos arriba (y lo de arriba es una pequeñísima parte de la cruda realidad que culminó en el 11)?
¿Por qué, entonces, se sigue refiriendo a los que el ex-Presidente Frei Montalva describió como "las masas de guerrilleros" como opositores del régimen?
¿Por qué, entonces, seguir mandando a la cárcel, "los militares (que) han salvado a Chile y a todos nosotros"?
¿Por qué, entonces, seguir trompeando esa inocua frase, "Nunca Más", sin molestarse en definir "Nunca Más – ¡Qué!"?
La historia oculta.
Pero, la historia oculta, silenciada y omitida, no termina con el 11. En los años posteriores, en este Chile que se asemeja cada vez más a "Alicia, en el país de las maravillas", el mundo se ha dividido en víctimas y victimarios. Ya no existen terroristas y guerrilleros – hombres y mujeres que portaban armas y los que los apoyaban, con dinero, refugios, armamentos, atención médica. Sólo existen víctimas.

Hermógenes Perez de Arce Ibieta.
En el excelente libro de Hermógenes Pérez de Arce, "Indebido Proceso" él -basándose en gran parte en el testimonio de nadie menos que el primer predicador de la violencia en 1973, Carlos Altamirano- logra rescatar esos guerrilleros del olvido: En las páginas de ese libro, descubren que de hecho, el Partido Socialista, tenía entre mil y 1.500 hombres en armas; el MIR, 3.000 a 5.000; el Partido Comunista, 2.000; el Mapu e Izquierda Cristiana, mil. Y ese número de unos 10 mil no incluye los miles –y sí, eran miles– de extranjeros bajo armas en el país. De otra manera, ¿cómo explicar por qué Fidel Castro habría invertido 25 millones de dólares y altamente riesgosos operativos, para desembarcar en este país 80 toneladas de armas (en 1986), suficientes como para armar 20 mil soldados? Por cierto, esos armamentos incluían 3.500 fusiles más de lo que en aquella época tenían las Fuerzas Armadas chilenas. (Carrizal: Veinte Años Después, de la formidable periodista-investigadora, Paula Afani Saud). Seguramente Fidel Castro y sus cómplices chilenos no pensaban dedicar esas armas a prácticas de tiro, mientras discutiendo esotéricas cuestiones constitucionales.


El MIR.
El MIR fue, por cierto, el primer blanco de las fuerzas de seguridad. Pero los miristas distaban mucho de ser inocentes. Eran violentistas desde sus comienzos, en 1965, en plena democracia, y seguían como violentistas hasta cuando el país fuera gobernado por sus propios camaradas socialistas y comunistas de la Unidad Popular, y no bajaron sus armas tampoco al llegar el Gobierno Militar al poder. Pero hoy en día, los caídos entre ellos son "víctimas",y muchos incluso fungen como funcionarios del gobierno. No se habla, tampoco, de el intenso y costoso entrenamiento militar de chilenos en Alemania Oriental.

La STASI y los cubanos.
En su seminal libro sobre la policía secreta del draconiano régimen de ese país –donde, por cierto, la Presidenta pasó gran parte de su auto-exilio– "Stasi: The Untold Story of The East German Secret Police", John O, Koehler cuenta que Salvador Allende empezó a cultivar contactos con ese (y otros) regímenes comunistas en los Años 60. Después de ser electo Presidente de Chile, "dentro de pocas semanas, una decena de especialistas en la guerra de guerrilleros y operaciones clandestinas fueron enviados a Santiago bajo encubrimiento diplomático. Poco después, llegaron entrenadores de otros países del Bloque Soviético, incluyendo oficiales de Checoslovaquia. Instalaron un campamento cerca a Valparaíso – las armas y cabañas prefabricadas puestos por los mismos soviéticos". Los cubanos, bajo el mando del General Patricio de la Guardia, operaron otro campamento en la misma zona.
Luego, cuando el Partido Comunista anunció en 1980 su intención de lanzarse a la lucha armada, mediante el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, la Stasi estableció un campamento muy secreto y bien protegido al este de Berlín para entrenar chilenos en terrorismo y tácticas guerrillas. Como dice Koehler: "En 1983, grupos de guerrillas urbanos empezaron un reino de terror en Chile, con bombas y asesinatos – exactamente lo que los Stasi les había enseñado"....

El Frente Manuel Rodríguez, Bachelet y Almeyda.
Entre 1983 y 1986, hubo más de mil bombas atribuidas al Frente Manuel Rodríguez (FMR), quienes también mataron 21 militares y Carabineros. Entre 1984 y 1988, los alemanes orientales aportaron US$ 6.795 millones al Partido Comunista chileno para financiar el terrorismo. En total, unos 200 chilenos fueron entrenados en el campamento alemán. Por lo menos, un número igual recibieron entrenamiento en Cuba, y números menores de chilenos en Bulgaria. Pero es razonable suponer que la Presidenta ya sabía eso, ya que a mediados de 1985, pasa a vivir con Alex Vojkovic, comunista desde su juventud y para esas fechas integrante del equipo político del Frente – el brazo armado del Partido Comunista. Pero, casi desde su regreso del exilio en 1979, ella estaba muy involucrada con los elementos clandestinos del partido socialista, sobre todo con el ala más violentista, encabezado por Clodomiro Almeyda, ex-Canciller de Allende. (Como, por cierto, lo fue gran parte de su tiempo en Alemania.) Para mediados de 1987, ella había terminado el romance con Vojkovic – pero no su romance con el terrorismo. Como cuentan los autores de Bachelet: La Historia no oficial, Andrea Insunza y Javier Ortega, "no tenía grandes contradicciones con el accionar del brazo armado de los comunistas. Aunque no es el eje central de su política, el PS Almeyda apoya también esa vía para derrocar a Pinochet"...

1986 el atentado.
Entre las "hazañas" del Frente: El 7 de septiembre, 1986, 25 Frentistas tendieron una emboscada al Presidente Pinochet, matando cinco de sus escoltas, dejando diez heridos, tres de ellos horriblemente mutilados. Los 25 "combatientes" fueron apoyados por unos 50 otros terroristas. Inevitablemente, el Gobierno militar respondió a estos ataques, estas amenazas. Sin duda, como suele suceder en conflictos "irregulares", hubo víctimas inocentes.

Margaret Thatcher... ¿Inocentes?
Pero la rigurosa verdad es que muy pocas de las 2.279 personas muertas o desaparecidas en los 17 años de gobierno militar eran inocentes, como es un hecho que el gobierno militar no libró una guerra en contra de ciudadanos ordinarios. Lo que sí hizo fue crear un país de sólidas instituciones y una economía que es la envidia de América Latina. Lo que sí hizo fue combatir los asesinos, secuestradores y otros terroristas de la izquierda. Y, es por eso, que los izquierdistas no los van a perdonar, ni dejar en paz, nunca. Margaret Thatcher –para muchos, la mujer más influyente del Siglo XX– dijo en un discurso ante la Asamblea Anual de su Partido: "No se dejen confundir. Revancha por la Izquierda y no justicia por la víctima, es la realidad del caso Pinochet. El Senador Pinochet está siendo juzgado (en Gran Bretaña) no por nada en la denuncia del Juez Garzón, sino por haber derrotado el comunismo. Lo que la Izquierda no puede perdonar es que Pinochet sin duda salvó Chile y ayudó a salvar Sudamérica".

Asesinos de la izquierda andan sueltos.
Entre tanto, muchos de los asesinos de la izquierda andan sueltos por las calles de Chile – juntos con muchos involucrados en el desembarco de las armas y otros egregios crímenes. Ninguno de ellos está en la cárcel. Matar, por ellos, no es crimen. Muchos de ellos pretenden justificar sus brutalidades arguyendo que luchaban para el retorno de la democracia – como si la historia recordara un sólo caso de comunistas luchando a favor de la democracia. La realidad –que también espera aquel día cuando se cuenta la historia completa, sin ocultar ni silenciar ni omitir nada– es que ellos no tenían nada que ver con el retorno.

La democracia no fue conquistada por encapuchados
Como dice la misma Presidenta, "la democracia no fue conquistada por encapuchados". El hecho, además, es que seguían con sus ataques armados aún después del regreso de la democracia. En 1990, hubo 2.422 ataques contra individuos – muchos de ellos Carabineros. Por lo menos uno –el Coronel Luis Fontaine– fue asesinado. En abril de 1991, Frentistas asesinaron el Senador Jaime Guzmán (y secuestraron a Cristián Edwards). ¿Víctimas? Hace falta una visión más amplia de lo vivido en este país a lo largo de los últimos 36 años –sí, 36 años– pero sin ocultar ni silenciar ni omitir nada –con la esperanza de sanear una de las más grandes víctimas– La Verdad.


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