DESPUES DE LA celebración del Bicentenario, el gobierno del Presidente Sebastián Piñera tiene la oportunidad de hacer una gestión exitosa. Pero a ratos pareciera que existe la tentación en algunos al interior del gobierno de verse lejanos a la derecha, y se empeñan en ello, ya sea utilizando símbolos extraños a esa sensibilidad o, lo que es más serio, tomando medidas ajenas a su ideario.Vemos que se proponen alzas de impuestos, se detienen inversiones por privilegiar la protección del medioambiente o no se vetan beneficios a los trabajadores que atentan contra la libertad de las personas. Quienes impulsan esas decisiones se están comportando exactamente como lo ha hecho tradicionalmente la derecha en Chile: como una derecha avergonzada.
La izquierda ha sido muy hábil para imponer comunicacionalmente sus creencias. En el pasado, pareció adelantarse a la derecha en dotar de contenido intelectual a sus propuestas. Esta, en cambio, sobre todo en Chile, seguía más bien sus intuiciones, correctas, pero sin mucho sustento en teorías conocidas a nivel masivo. Pero hacia la segunda mitad del siglo XX, el fracaso práctico de las ideas de la izquierda abrió espacio a un repunte de la derecha, la cual se paró con más prestancia en las lides intelectuales.
No es necesario seguir siendo una derecha avergonzada. No hay que ocultar que más impuestos no traen bienestar, sino que significan que un peso bien administrado en el sector privado pasa a ser peor administrado en el Estado. Hay que decirlo fuerte. Ni esconder que una fronda creciente de beneficios irrenunciables no favorece a los trabajadores, sino que los perjudica a ellos y a los consumidores. Hay que gritarlo a los cuatro vientos. Tampoco ignorar que los actos terroristas cometidos por mapuches siguen siendo terrorismo, aunque no les guste a los organismos internacionales. Hay que proclamarlo a viva voz. Ni soslayar que las energías renovables no convencionales, por glamorosas que aparezcan, no pueden resolver más que el 10% de las necesidades del país de aquí a muchos años; por eso hay que aprobar centrales hidroeléctricas y térmicas. Hay que decirlo con claridad para no engañar más a la gente.
Ojalá la derecha se dé cuenta de que puede gobernar mirando de frente y volviendo a sus fundamentos: el respeto al derecho de propiedad; la libertad de emprender; el énfasis en los deberes y no sólo en los derechos. Si lo hace y es exitosa, provocará también un cambio en la izquierda, como en cierta medida ya lo ha hecho, y ésta valorará más la libertad económica. La izquierda podrá así perseguir su agenda progresista y tratar de convencer a las mayorías de que es posible tener posiciones distintas en la agenda valórica, pero sin pretender imponerlas a través del Estado a quienes no piensan como ella.
La derecha debe comportarse de una manera distinta a la tradicional: debe dejar de avergonzarse de sus ideas y principios para reivindicarlos y aplicarlos. El escaso éxito político que ha tenido en los últimos 100 años en Chile no se debe a que sus ideas sean peores o menos atractivas que las de la izquierda, sino a que ha estado avergonzada de proclamarlas. Cambiar eso sí que sería un aporte del gobierno de Sebastián Piñera al Chile del Bicentenario.
La Tercera, 3/10/2010
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Derecha
Blog dedicado a la defensa y difusión de los principios y postulados de la derecha política. Un marxista nos ve como sus enemigos, nosotros no lo vemos así, sólo guardamos la esperanza de que abandone el pecado de odiar a su prójimo que disiente de su ideología.
Aviso: “QUIENES ESTAMOS CONSCIENTES DE LA GRAN OBRA DEL GOBIERNO MILITAR, ANULAREMOS NUESTROS VOTOS EN LAS FUTURAS ELECCIONES (DE CONCEJALES), EN DEMANDA DE LA LIBERTAD DE LOS SALVADORES DE CHILE ENCARCELADOS, Y POR EL FIN DEL PREVARICADOR ACOSO JUDICIAL EXISTENTE EN CONTRA DE ELLOS” |
viernes, 24 de junio de 2011
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sábado, 14 de mayo de 2011
Lavín, Longueira, Golborne, Matthei,Allamand, Hinzpeter.
"A la Coalición, los plazos le corren paralelos. Debe gobernar y, al mismo tiempo, debe conseguir que sus seis eventuales candidatos puedan ofrecer un programa que mejore mucho lo presente. Y para que aquéllos se muestren, el mecanismo clave -contrariamente a como lo sugieren algunos dirigentes en ambos partidos oficialistas- no son las primarias." (Profesor Gonzalo Rojas, Candidatos de la Coalición, miércoles 11 de mayo de 2011).
Como ya ha pasado en otras ocasiones, y debe continuar así. Hoy nuestra derecha no tiene candidato presidencial, y no es prematuro hablar de ello.
Los mencionados posibles candidatos por el Profesor no son una alternativa para el próximo lance presidencial. Nuestro actual gobierno con sus altas y bajas es muy lejos mejor, que pensar en la "concertación", la izquierda en definitiva no es una alternativa de gobierno. Sin embargo si la Alaianza de nuestra derecha política quiere seguir gobernando, sus alternativas actuales no parecieran surgir en sus partidos, hay otro demócrata cristiano sin tienda, y en este caso se ofrece una gran posibilidad, como es el caso del actual embajador de Chile en la Argentina, un gran y honesto político, Miguel Adolfo Zaldívar.
Como ya ha pasado en otras ocasiones, y debe continuar así. Hoy nuestra derecha no tiene candidato presidencial, y no es prematuro hablar de ello.
Los mencionados posibles candidatos por el Profesor no son una alternativa para el próximo lance presidencial. Nuestro actual gobierno con sus altas y bajas es muy lejos mejor, que pensar en la "concertación", la izquierda en definitiva no es una alternativa de gobierno. Sin embargo si la Alaianza de nuestra derecha política quiere seguir gobernando, sus alternativas actuales no parecieran surgir en sus partidos, hay otro demócrata cristiano sin tienda, y en este caso se ofrece una gran posibilidad, como es el caso del actual embajador de Chile en la Argentina, un gran y honesto político, Miguel Adolfo Zaldívar.
El Profesor Rojas hizo muy bien con aventurar seis posibilidades en su columna semanal, pero siendo esta una columna de opinión prácticamente se transforma en una pequeña encuesta.
Ciertamente que el gobierno cuenta con el respaldo de los partidos de la coalición, no obstante, incluso militantes de la misma de los dos partidos están a la expectativa de lo que queda por pasar, y los independientes claramente: ver plasmada la realidad “del cambio”.
Tenemos en la mayoría de los aspectos relacionados con el tipo de gestión administrativa, que este Gobierno es mucho mejor que todos los gobiernos de la Concertación.
Pero más allá de eso, falta llegar al fondo de la coyuntura política que tiene atascada a las grandes mayorías en nuestro país. La “corruptación” postergó y hundió a la clase media y sus PEYMEs, así como no mejoró la calidad de vida de los asalariados y los pobres en general.
Pero más allá de eso, falta llegar al fondo de la coyuntura política que tiene atascada a las grandes mayorías en nuestro país. La “corruptación” postergó y hundió a la clase media y sus PEYMEs, así como no mejoró la calidad de vida de los asalariados y los pobres en general.
Y esa es la “mayoría silenciosa”, que de no ver cumplidos los compromisos adquiridos por la “coalición” para llegar al poder tomará nuevamente otros rumbos, ni buena gestión ni nada parecido, son suficientes para que alguno de los posibles candidatos nombrados por el Profesor Gonzalo Rojas, puedan ofrecer continuidad a este período de gobierno de “derecha”.
Carlos Toledolabarca
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viernes, 22 de abril de 2011
Chile: ¿Y la Alianza, qué [con Bachelet]?
Hacía tiempo que una encuesta telefónica no causaba tanto ruido como la última Adimark-GFK. Los principales medios impresos titularon con sus resultados, difundiendo ampliamente la caída en popularidad de Michelle Bachelet y de la Concertación. Sin embargo, poco se ha analizado sobre por qué la derecha no capitaliza esos naufragios.
Sin bien el primer año de Bachelet ha sido difícil y ella ha demostrado dificultades para relacionarse con la política y los partidos, la derecha se ha esforzado en aparecer como un actor poco relevante.
Esta característica estuvo presente en el conflicto provocado por las movilizaciones de estudiantes secundarios y, asimismo,
en la forma en que se ha enfrentado la corruptela concertacionista. En ambos casos, la derecha ha carecido de capacidad propositiva. A comienzo de 2006 apareció como un espectador del caos. Y a comienzos de 2007 se aboca a la tarea fiscalizadora sin atender la demanda por una actitud constructiva.
¿Qué impide a la derecha salir de la fiscalización cerrada y pasar a una actitud constructiva? En primer lugar, se cuenta el fantasma del acuerdo 2003. Se dice que eso permitió al ex Presidente Ricardo Lagos catapultar su liderazgo y consolidar su gestión. Segundo, los partidos de derecha tienen más dificultades para acordar una fórmula común para relacionarse con el gobierno que para bombardearlo. En otras palabras, es más fácil atacar al enemigo común que crear un proyecto colectivo
propio.
En definitiva, la posición de la Alianza frente a los actuales problemas del Ejecutivo le ha permitido cumplir una función y obtener visibilidad. Pero ello no ha logrado transformar a la Alianza en una oferta política concreta. De ahí que, a pesar de la caída en popularidad del oficialismo, los individuos no encuentren razón para preferir a la coalición opositora.
La tercera causa de las dificultades que encuentra la derecha para acordar una forma de colaborar con el gobierno está radicada en la Concertación. Mientras la crisis vivida durante el gobierno de Ricardo Lagos E. el pacto actuó con mayor unidad, quizá, impuesta por el liderazgo presidencial, hoy la amistad cívica al interior del oficialismo es menor y las pugnas entre facciones dan un espectáculo lamentable. De ahí que la Alianza prefiera dar tiempo para que esto se exhiba sin pudores.
Por todo lo anterior, para promover una salida a la crisis del gobierno de Bachelet el Ejecutivo deberá realizar un esfuerzo mayor. Esto, porque los partidos de la Alianza no colaborarán si no obtienen alguna certeza de los beneficios que pueda obtener. Por ello, el modelo de negociación desde el Ejecutivo hacia los partidos de la oposición sólo puede trasuntar en un acuerdo si es que Bachelet no se ve beneficiada. Así el acuerdo sólo debería gestarse en el Senado.
Sin embargo, para que todo esto se gatille, Bachelet requiere de un pacto político sólido. Sin él, será imposible identificar a los interlocutores válidos para asegurar la viabilidad de una salida legislativa a los actuales problemas. Es por ello que el puente solicitado por el gobierno a la Alianza debe comenzar a ser levantado desde los partidos de la Concertación. Pero no parece existir el liderazgo presidencial requerido para ello. De ahí que el conflicto, debido a las debilidades de la Presidencia, deba prolongarse hasta entrado el primer semestre de 2007.
Jóse Miguel Izquierdo.
Publicado 07 febrero 2007
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jueves, 7 de abril de 2011
El dolor desde el dolor.
Por Gonzalo Rojas Sánchez
Búlgaros, húngaros, camboyanos, rusos, polacos, alemanes orientales, cubanos, angoleños, vietnamitas, norcoreanos, chinos, albanos, rumanos, checos, ukranianos,
Es un compromiso de honor para decir también con nuestras vidas: misión cumplida, como la suya Presidente.Augusto Pinochet Ugarte, Presidente de Chile, Comandante en Jefe del Ejército, sirvió a su Patria con el poder y con el dolor.
Desde el Once de septiembre de 1973 y hasta ayer día 10 de diciembre de 2006, se han contado 33 años y pocos días. El período muestra la misteriosa paridad de dos porciones de dieciséis años y medio cada una.
Augusto Pinochet Ugarte sirvió a su país la primera mitad de ese tercio de siglo desde el poder; y la otra mitad, lo sirvió desde el dolor.A nadie se le ha dado privilegio igual en la Historia de Chile; nadie ha podido en nuestra Patria irse de este mundo a encontrarse con el juicio de Dios con ambas manos, la de las realizaciones y la de la purificación, tan llenas de logros.
Augusto Pinochet fue el Presidente del siglo XX. Asumió el poder sin buscarlo y en las peores condiciones posibles, lo ejerció en las más difíciles circunstancias, lo conservó contra toda amenaza para darle seguridad a Chile y lo entregó oportunamente, en perfecto cumplimiento de sus propias promesas.
El Presidente Pinochet, de la mano de las Fuerzas Armadas y con el apoyo leal de sus colaboradores civiles, ganó una guerra y evitó dos. Le ganó a Brehznev, a Castro y a Guevara (muerto y todo, cuánto influía y cuánto sigue pesando con su odio) al MIR, al PC y al PS, a todos juntos. Le ganó a la inflación, a la miseria, al estatismo, a la mortalidad infantil, a la inseguridad en las calles y en el trabajo. Y , con la misma prudencia, evitó dos veces que naciones hermanas perfectamente conscientes de la precariedad de nuestra situación interna aprovecharan esos momentos para mutilarnos.
Pero, ¡ ah los derechos humanos !. Ya está bien de retórica repetitiva: hablemos claro y fuerte sobre el tema, definamos posiciones a fondo.
¿Ha habido alguien que los haya defendido más extensamente y con más provecho en la Historia de Chile?
¿Ha existido otro Presidente que pueda decir que ganó una guerra terrible con menos de 3 mil muertos y evitó otras dos, que pudieron costar cientos de miles?
¿Los 16 millones de chilenos que hemos podido vivir sin el marxismo de 40 años que nos esperaba, seremos algún día conscientes de que era imposible darnos esa libertad sin ganar una guerra?
¿Y los miles y miles de nacidos que lograron sobrevivir gracias al agua potable y al alcantarillado, a la protección de la maternidad y a la correcta nutrición?
¿Esos, no son acaso humanos que han podido ejercer su derecho fundamental a la vida gracias a Pinochet?
Búlgaros, húngaros, camboyanos, rusos, polacos, alemanes orientales, cubanos, angoleños, vietnamitas, norcoreanos, chinos, albanos, rumanos, checos, ukranianos,
eslovacos, yugoeslavos, lituanos, estonios, letones, mozambicanos, pueblos todos de la periferia de la URSS y tantas otras naciones subyugadas por el marxismo:
¡ Cuánto anhelastéis, quizás sin saber que existía, por alguien como Augusto Pinochet Ugarte !.
¡ Cuánto anhelastéis, quizás sin saber que existía, por alguien como Augusto Pinochet Ugarte !.
La otra mano, la que se ha ido llena de la purificación por el dolor, ha tenido que ser aún más fuerte. Nadie ha recibido más odio en el mundo entero durante 33 años que Augusto Pinochet, en especial en los últimos 16 y medio, porque quien odia teme al poder y se goza en la debilidad de su víctima.
Pero todo lo que ese odio ha cargado mortalmente en el corazón de quienes lo han usado, es polvo de oro en la mano que lo recoge con mansedumbre.
Y así vivió el Presidente Pinochet esta segunda mitad de su servicio a Chile: consciente siempre de que el dolor era purificación de sus faltas y un nuevo y misterioso aporte a la Patria.
Acosado y siempre sereno; perseguido y siempre tranquilo; nunca humillado, nunca denigrado, siempre enaltecido en su dolor.
Que ese sufrimiento hoy trasladado a su familia, a sus colaboradores y a millones de admiradores en Chile y en el mundo entero, se convierta ahora en músculo y cerebro de nuevos servicios a la Patria y a sus gentes. Sin odio, con mansedumbre y generosidad.
Es un compromiso de honor para decir también con nuestras vidas: misión cumplida, como la suya Presidente.Augusto Pinochet Ugarte, Presidente de Chile, Comandante en Jefe del Ejército, sirvió a su Patria con el poder y con el dolor.
Fuente: Documento
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viernes, 20 de junio de 2008
Chile : “Fachos” y “comunachos”
En internet, sitio google “Pitéate”, hay un retrato mío en el centro de un blanco (de tiro al blanco). Me asigna un bigote estilo Hitler y está cruzado por la siguiente lectura: “Pitéate al facho”. Hay centenares de otros “pitéate”. Unos festivos y otros no. Pues quienes tildan de “fachos” a sus adversarios son, precisamente, los que se han “piteado” a unos cien millones en todo el mundo y también a muchos chilenos. Y tenían contemplado “pitearse” a muchos más en su “paredón”, si no hubiera sido por nuestros uniformados, quienes, a petición de la mayoría democrática de Nacionales, Democratacristianos, Demócratas Radicales y de la Izquierda Radical, expulsaron a los “piteadores”, a un costo de unas dos mil bajas de éstos y unos centenares de bajas propias.
En lo personal, lo que considero más grave y un insulto intolerable es que se me presente como nazi (mediante el bigote) y como “facho”, es decir, fascista. No puede haber nadie más opuesto que yo al nazismo, al fascismo y al socialismo o comunismo marxistas. Todos ellos basan su acceso al poder en la eliminación física de sus adversarios, propenden a la existencia de un partido único, a la pérdida de las libertades personales y al control de todas las actividades por parte del Estado manejado por ellos. El nazismo y el socialismo son ateos; parte del fascismo lo es también. Todos emplean simbologías cabalísticas (la cruz gamada, el “fascio” o haz, el martillo y la hoz y el martillo). Sus seguidores levantan el brazo como símbolo de amenaza colectiva (unos el derecho, otros el izquierdo). Sus líderes máximos, siendo civiles, usaban y usan siempre uniformes (Hitler, Mussolini y Stalin el pardo o gris; Fidel Castro, el verde oliva; Hugo Chávez, el rojo), e incitan a sus seguidores a usarlos (camisas pardas, negras o rojas). En fin, someten al individuo a todo aquello de lo cual yo creo que él debe estar libre.
Me interpreta un autor y periodista norteamericano, Michael Savage, que habla genéricamente de los “comunazis”. “Fachos” y “comunachos” podrán odiarse entre sí, pero son la misma cosa.
Por cierto, comunistas y socialistas son todavía más la misma cosa. Como le dijera Salvador Allende a Brezhnev, visitando a la que llamaba “hermana mayor” de Chile, la Unión Soviética, “quien quiera formar un gobierno socialista sin los comunistas no es marxista, y yo soy marxista”. (Gonzalo Rojas, “La agresión del oso”, p. 29).
Los militares, en legítima defensa de Chile y los chilenos, enfrentaron a los “piteadores” y los derrotaron. A veces no les respetaron sus derechos humanos, es verdad.
Pero en la legítima defensa del país contra el terrorismo armado, esto es universalmente perdonado. Hay mucha hipocresía al respecto, y la izquierda mundial se ha aprovechado de ella. Pero cuando un país lucha por su seguridad esencial —caso de Chile en 1973—, que además de la amenaza armada interna enfrentaba un desafío bélico internacional inminente en el norte, hay miramientos que se dejan legítimamente de lado.
Recientemente, en los Estados Unidos, el periodista Wulf Blitzer le preguntó al senador demócrata Dodd qué era más importante, si los derechos humanos o la seguridad del país, y aquél contestó: “Obviamente, la seguridad nacional, mantener el país a salvo”. Y después Blitzer le preguntó a Hillary Clinton si estaba de acuerdo, y ésta contestó: “Concuerdo completamente con eso”. (“Time”, 03.12.07, p. 16). Y yo también. Y la mayoría democrática chilena en 1973, por unanimidad, también. Otra cosa es que, después, muchos se hayan dado vuelta la chaqueta.
Entonces, les digo a los comunazis, “pitéenme, porque eso es parte de su doctrina y está en su naturaleza; pero no me insulten retratándome como uno de ustedes”.
Fuente: El Mercurio
Autor: Hermogenes Perez de Arce
Publicado el 2 de January, 2008 en Internacional
En lo personal, lo que considero más grave y un insulto intolerable es que se me presente como nazi (mediante el bigote) y como “facho”, es decir, fascista. No puede haber nadie más opuesto que yo al nazismo, al fascismo y al socialismo o comunismo marxistas. Todos ellos basan su acceso al poder en la eliminación física de sus adversarios, propenden a la existencia de un partido único, a la pérdida de las libertades personales y al control de todas las actividades por parte del Estado manejado por ellos. El nazismo y el socialismo son ateos; parte del fascismo lo es también. Todos emplean simbologías cabalísticas (la cruz gamada, el “fascio” o haz, el martillo y la hoz y el martillo). Sus seguidores levantan el brazo como símbolo de amenaza colectiva (unos el derecho, otros el izquierdo). Sus líderes máximos, siendo civiles, usaban y usan siempre uniformes (Hitler, Mussolini y Stalin el pardo o gris; Fidel Castro, el verde oliva; Hugo Chávez, el rojo), e incitan a sus seguidores a usarlos (camisas pardas, negras o rojas). En fin, someten al individuo a todo aquello de lo cual yo creo que él debe estar libre.
Me interpreta un autor y periodista norteamericano, Michael Savage, que habla genéricamente de los “comunazis”. “Fachos” y “comunachos” podrán odiarse entre sí, pero son la misma cosa.
Por cierto, comunistas y socialistas son todavía más la misma cosa. Como le dijera Salvador Allende a Brezhnev, visitando a la que llamaba “hermana mayor” de Chile, la Unión Soviética, “quien quiera formar un gobierno socialista sin los comunistas no es marxista, y yo soy marxista”. (Gonzalo Rojas, “La agresión del oso”, p. 29).
Los militares, en legítima defensa de Chile y los chilenos, enfrentaron a los “piteadores” y los derrotaron. A veces no les respetaron sus derechos humanos, es verdad.
Pero en la legítima defensa del país contra el terrorismo armado, esto es universalmente perdonado. Hay mucha hipocresía al respecto, y la izquierda mundial se ha aprovechado de ella. Pero cuando un país lucha por su seguridad esencial —caso de Chile en 1973—, que además de la amenaza armada interna enfrentaba un desafío bélico internacional inminente en el norte, hay miramientos que se dejan legítimamente de lado.
Recientemente, en los Estados Unidos, el periodista Wulf Blitzer le preguntó al senador demócrata Dodd qué era más importante, si los derechos humanos o la seguridad del país, y aquél contestó: “Obviamente, la seguridad nacional, mantener el país a salvo”. Y después Blitzer le preguntó a Hillary Clinton si estaba de acuerdo, y ésta contestó: “Concuerdo completamente con eso”. (“Time”, 03.12.07, p. 16). Y yo también. Y la mayoría democrática chilena en 1973, por unanimidad, también. Otra cosa es que, después, muchos se hayan dado vuelta la chaqueta.
Entonces, les digo a los comunazis, “pitéenme, porque eso es parte de su doctrina y está en su naturaleza; pero no me insulten retratándome como uno de ustedes”.
Fuente: El Mercurio
Autor: Hermogenes Perez de Arce
Publicado el 2 de January, 2008 en Internacional
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Chile: "Ubíquese usted en el contexto de la Guerra Fría (URSS-EEUU)".
Por Carlos Toledolabarca. 20 de junio de 2008
El General Pinochet demostró ser un hombre sagaz, el que con astucia e inteligencia, llevo adelante un gobierno autoritario que se sujetó a una institucionalidad auto impuesta, que se respetó a cabalidad.
Toda la verborragia de la izquierda en contra del Gobierno Militar se desarrolla a partir de una "Historia sesgada y reinventada", teniendo tribuna para hacerlo, siempre han aprovechado todos los espacios que la institucionalidad les ha permitido, y no han cesado en sus afanes belicistas, llenos de odio, destrucción y violencia.
La izquierda no pueden ocultar el carácter antidemocrático que los anima y que se desprende de su perversa ideología.
En todos los foros, cuando se refieren al "contexto de la guerra fría", buscan hacer pensar que fue una situación liviana, de importancia relativa poco seria .
La vida de millones de seres humanos es la que estaba en juego, era la vida de futuras generaciones las que estaban envueltas. Los asesinatos, la destrucción, la tiranía, el exilio, la proposición de imponer un sistema absolutamente injusto como el socialismo izquierdista, dieron lugar a la intervenciones militares.
En Chile las FF.AA., y de Orden con el General Pinochet a la cabeza, fueron el muro de contención de la vorágine izquierdista. La calidad y condición de héroes de todos aquellos que se opusieron al izquierdismo apátrida es innegable. Kennedy, Johnson,Nixon Kissinger, Korry la CIA y sus agentes etcétera, lucharon por preservar lo mas esencial de la democracia cristiano-humanista y tradiciones de nuestra cultura occidental.
Otro cuento es discurrir y analizar el desarrollo y comportamiento de las sociedades a la luz de las mejoras y modernizaciones del sistema económico, político y social necesarias dentro del capitalismo.
Las oligarcas y los monopolios con la ayuda de populistas, dictadores, el izquierdismo mismo con sus proposiciones y el afán de imponer su ideología "hegemonista", son responsables de haber frenado en muchos aspectos el desarrollo de las grandes conglomerados de ciudadanos en muchas partes del mundo y en particular latino América, son responsables con nombres y apellidos.
No obstante, ahí esta, surgieron en la historia, próceres como el General Pinochet, el General Leigh, El almirante Merino y el general Mendoza y muchos otros oficiales y su tropa, civiles también, personajes valientes y anhelantes de servir a su país a su gente, que asumieron las responsabilidades que el destino y la Providencia les exigieron y en su momento, supieron impulsar y respaldar reformas necesarias, reformas que en su momentorevolucionaron nuestra sociedad.
Sin embargo la izquierda no ha cambiado un ápice su comportamiento antisocial y antipatriótico, deleznable y mezquino. La ambición por el poder, los ha llevado a asociarse con aquellos que "fueron sus enemigos", también monopolios y oligopolios, y desde hace 18 años (desde 1989), mediante el engaño han sumido a nuestro país en un derrotero de división, contradicción, y confrontaciones, con el único afán de desmantelar y derribar nuestras posibilidades de desarrollo integral como Nación.
Han desbaratado las posibilidades de nosotros la gente común y corriente, de tener acceso a la riqueza, a la propiedad, a la educación de nuestros hijos, a la salud, etcétera.
Siniestra y paulatinamente, han vuelto al país al modelo mercantilista del Estado Benefactor, agrandando la brecha entre ricos y pobres, dejandonos sometidos a los favores que nos pueda otorgar la fronda política y la "intelectualidad progresista".
El contexto de la guerra fría nos enseño que la lucha en contra de la izquierda no admite vacilaciones, que esta lucha no es de timoratos y pusilánimes. El izquierdismo es cínico y cruel, usa argumentos que corroen la mente humana. Hoy estamos "sometidos". No solamente Chile también otros países de nuestra América morena, y la izquierda para sus fines lo ha hecho muy bien, han eliminado la posibilidad de que se levanten otros héroes como los de la "guerra fría".
Ya no habrá un nuevo héroe como el Ex presidente Augusto Pinochet Ugarte (QEPD), a quien se le debe honra y gloria.
Fuente: documento
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jueves, 19 de junio de 2008
Chile :LA VERDAD HUERFANA EN EL DRAMA DE CHILE
La Verdad – Huérfana en el Drama de Chile Por James R. Whelan
Julio 2007
La presidenta
El Partido Socialista
Volodia Teitelboim
Gobierno Militar
Revolución de Empanadas y Vino Tinto
Patricio Aylwin Azocar
Edgardo Boeninger,
Eduardo Frei Montalva,
Innumerables arsenales
Los militares fueron llamados, y cumplieron.
Frei Montalva de Allende.
Nuestros cirujanos son las Fuerzas Armadas.
Preguntas.
La historia oculta.
Hermógenes Pérez de Arce
El MIR.
La STASI y los cubanos.
El Frente Manuel Rodríguez, Bachelet y Almeyda.
1986 el atentado.
Margaret Thatcher... ¿Inocentes?
Asesinos de la izquierda andan sueltos.
La democracia no fue conquistada por encapuchados.
La Presidenta aparece en estos días instando a la derecha, en Chile, a reconocer la historia del país, "sin ocultar, silenciar ni omitir hechos del pasado". Pero, Sra. Presidenta: No es la derecha a quien Ud. debe dirigir ese mensaje. Es a sus propios camaradas socialistas y comunistas, y a aquellos archi-hipócritas, los democratacristianos. Por que los enemigos del pueblo de Chile no eran los derechistas, pero los izquierdistas sí. Fueron los izquierdistas –no los derechistas– que buscaban condenar este país a una esclavitud totalitaria. Para ellos, la historia de Chile empieza el 11 de septiembre de 1973, y es contada de ahí en adelante muy a su manera. O sea, son los izquierdistas que ocultan, silencian y omiten hechos del pasado.
Lo hacen referente al gobierno de Allende, o sea, como llegó Chile al trauma del 11 de septiembre. Lo hacen referente al Gobierno Militar. Lo hacen referente a sus papeles en ambas épocas de la historia. Empecemos con unos ejemplos básicos que ellos omiten, ocultan y silencian:
Fue su propio Partido Socialista que, en reiteradas declaraciones, anticiparon una lucha armada. En su Congreso anual realizado en Chillán, en noviembre de 1967, aprobaron esta resolución: "La violencia revolucionaria es inevitable y legítima... Constituye la única vía que conduce a la toma del poder político y económico, y su ulterior defensa y fortalecimiento"... Ya estando en el poder, en 1972, el Pleno Socialista declaraba: "El Estado burgués en Chile no sirve para construir el socialismo y es necesaria su destrucción. Para construir el socialismo de los trabajadores, deben conquistar todo el Poder"... Y, ¿qué esperaban los socialistas y sus socios comunistas de esa "violencia revolucionaria"?
Volodia Teitelboim, ideólogo del Partido Comunista en aquellos años, a pocos meses antes del 11, dijo en una entrevista que de estallar la revolución que estaban preparando, morirían de medio millón a un millón de chilenos. (Diario El Siglo, 1 de marzo 1973). Pero, para ellos eso fue poca cosa; Su gran líder, Lenin, había dicho "no importa que tres cuartas partes de los seres humanos perezcan. Lo importante es que el cuarto que quede sea comunistas". (Del libro, The Communist Party, publicado en Nueva York en 1935, por el frente soviético, Workers Library Publishers).
Gobierno Militar
Vale la pena recordar que, en los 17 años de gobierno militar, el total de muertos (y desaparecidos) –según el único estudio serio, o sea de la Comisión Rettig, fue de 2.279– no los centenares de miles que, con sangre fría, vaticinaba Teitelboim. Sólo nos queda especular cuantos habrían sido los muertos, cuantas vidas destrozadas, de haber ellos logrado imponer su dictadura totalitaria en el país.
Revolución de Empanadas y Vino Tinto
Y, ¿cómo fue la vida en Chile bajo la grotescamente denominada "Revolución de Empanadas y Vino Tinto" de Salvador Allende? Escuchemos de uno de los más influyentes aliados de la Presidenta, el ex-Presidente Patricio Aylwin Azocar, en un discurso que pronunció en el Senado el 11 de julio de 1973, momentos en que presidía él el Partido Demócrata Cristiano:
"Estamos viviendo uno de los momentos más graves y trascendentales de nuestra vida republicana. Chile parece un país azotado por la guerra. No ignoramos la gravedad del peligro totalitario en que el oficialismo ha colocado a Chile y estamos dispuestos a enfrentarlo sea como fuere. La población civil de nuestra patria no puede seguir a merced de grupos minoritarios armados con complicidad y tolerancia de las autoridades que tratan de imponer por la fuerza su voluntad al resto de los chilenos". (La cita es tomada del libro, Una Persecución Vergonzosa, de Alfonso Márquez de la Plata, una inigualada fuente de citas de esa índole.)
Luego, la contundente sentencia del hombre más responsable que cualquier otro por la llegada al poder de Salvador Allende, el ex-Presidente DC Eduardo Frei Montalva, en Octubre de 1972: "Chile está inmerso en un desastre económico; no una crisis, sino una verdadera catástrofe que nadie pudo haber previsto que sucedería tan rápida y totalmente... Peor que la inflación, las escasez, peor que el desastre económico es el odio que se ha desatado. Hay angustia en Chile". Por cierto, queda oculta, silenciada, omitida la tragedia de unos veinte mil chilenos que se sintieron obligados a huir de este país en ruinas. No ha habido nunca una Comisión de Reparaciones para ellos, y lo que es peor, no hay ni mención de ellos. Vino, inevitablemente, el 11.
El rector de la Universidad de Chile en ese entonces, el DC Edgardo Boeninger, dijo a pocos días del pronunciamiento: "La caída del gobierno de la Unidad Popular fue la consecuencia inevitable del desastre económico y social, la corrupción moral, la violencia y el caos institucional en que había sumido al país la acción nefasta de quienes, siendo un sector claramente minoritario, pretendieron imponer por la fuerza un régimen marxista leninista de corte totalitario"...
A un mes del 11, el ex-Presidente Eduardo Frei Montalva, en una entrevista concedida al diario español ABC, dijo: "La gente no se imagina en Europa, que este país está destruido. No saben lo que ha pasado. Los medios informativos, o callaron lo que estaba ocurriendo desde 1970, en que Salvador Allende, rompiendo todas sus promesas, y alejándose de la legalidad, inicia una obra de destrucción sistemática de la nación, o dieron noticias falsas al mundo, porque eran, acaso, sin saberlo, cómplices de esta enorme falsedad: que se estaba haciendo un raro experimento político, consistente en la implantación del marxismo por métodos legales, constitucionales, civilizados. Y ese no ha sido verdad ni es verdad.
Innumerables arsenales...
Y el mundo entero ha contribuido a la destrucción de este país, que hoy no tiene más salida salvadora que el Gobierno de los militares". "El marxismo, con conocimiento y aprobación de Salvador Allende, había introducido en Chile innumerables arsenales, que se guardaban en viviendas, oficinas, fábricas, almacenes. Los militares han salvado a Chile y a todos nosotros, cuyas vidas no son ciertamente tan importantes como la de Chile, pero que son vidas humanas, y muchas, y todas amenazadas perentoriamente.
Y no puedo decir que estemos aún a salvo, porque –ya lo ve usted día tras día– las Fuerzas Armadas siguen descubriendo reductos y arsenales. La guerra civil estaba perfectamente preparada por los marxistas. Y esto es lo que el mundo desconoce y no quiere conocer".
Los militares fueron llamados y cumplieron...
"Los militares fueron llamados, y cumplieron una obligación legal, porque el Poder Legislativo y el Judicial, el Congreso, la Corte Suprema, habían denunciado públicamente que la Presidencia y su régimen quebrantaban la Constitución, los acuerdos votados en el Parlamento y las sentencias dictadas por jueces absolutamente extraños a la política".
Frei Montalva de Allende:
"Allende vino a instaurar el comunismo por medios violentos, no democráticos, y cuando la democracia, engañada, percibió la magnitud de la trampa, ya era tarde. Ya estaban armadas las masas de guerrilleros y bien preparado el exterminio de los jefes del Ejército"... "Cuando un Gobierno procede así, cuando se producen en un país condiciones que no se han producido nunca antes como en Chile... el derecho a la rebelión se convierte en deber. Es un derecho jurídico proclamado por todos los tratadistas e historiadores... Las fuerzas militares han salvado realmente al país de su total aniquilamiento...
Nuestros cirujanos son las Fuerzas Armadas
Usted no desea operarse de un cáncer, pero llega un momento en que usted tiene que operarse el cáncer. Nuestros cirujanos son las Fuerzas Armadas, y el pueblo solicitó su intervención insistente, estruendosa y heroicamente"... Es relevante recordar que ese mismo Eduardo Frei Montalva, unos pocos años antes, había proclamado: "Hay algo peor que el comunismo, y es el anti-comunismo".
Preguntas:
¿No tiene uno derecho de preguntar por qué, si la meta es revelar la historia del país, "sin ocultar, silenciar ni omitir hechos ligados fuertemente a la memoria y a la historia de la gente", por qué, entonces, se ocultan, se silencian, se omiten los hechos descritos arriba (y lo de arriba es una pequeñísima parte de la cruda realidad que culminó en el 11)?
¿Por qué, entonces, se sigue refiriendo a los que el ex-Presidente Frei Montalva describió como "las masas de guerrilleros" como opositores del régimen?
¿Por qué, entonces, seguir mandando a la cárcel, "los militares (que) han salvado a Chile y a todos nosotros"?
¿Por qué, entonces, seguir trompeando esa inocua frase, "Nunca Más", sin molestarse en definir "Nunca Más – ¡Qué!"?
La historia oculta.
Pero, la historia oculta, silenciada y omitida, no termina con el 11. En los años posteriores, en este Chile que se asemeja cada vez más a "Alicia, en el país de las maravillas", el mundo se ha dividido en víctimas y victimarios. Ya no existen terroristas y guerrilleros – hombres y mujeres que portaban armas y los que los apoyaban, con dinero, refugios, armamentos, atención médica. Sólo existen víctimas.
Hermógenes Perez de Arce Ibieta.
En el excelente libro de Hermógenes Pérez de Arce, "Indebido Proceso" él -basándose en gran parte en el testimonio de nadie menos que el primer predicador de la violencia en 1973, Carlos Altamirano- logra rescatar esos guerrilleros del olvido: En las páginas de ese libro, descubren que de hecho, el Partido Socialista, tenía entre mil y 1.500 hombres en armas; el MIR, 3.000 a 5.000; el Partido Comunista, 2.000; el Mapu e Izquierda Cristiana, mil. Y ese número de unos 10 mil no incluye los miles –y sí, eran miles– de extranjeros bajo armas en el país. De otra manera, ¿cómo explicar por qué Fidel Castro habría invertido 25 millones de dólares y altamente riesgosos operativos, para desembarcar en este país 80 toneladas de armas (en 1986), suficientes como para armar 20 mil soldados? Por cierto, esos armamentos incluían 3.500 fusiles más de lo que en aquella época tenían las Fuerzas Armadas chilenas. (Carrizal: Veinte Años Después, de la formidable periodista-investigadora, Paula Afani Saud). Seguramente Fidel Castro y sus cómplices chilenos no pensaban dedicar esas armas a prácticas de tiro, mientras discutiendo esotéricas cuestiones constitucionales.
El MIR.
El MIR fue, por cierto, el primer blanco de las fuerzas de seguridad. Pero los miristas distaban mucho de ser inocentes. Eran violentistas desde sus comienzos, en 1965, en plena democracia, y seguían como violentistas hasta cuando el país fuera gobernado por sus propios camaradas socialistas y comunistas de la Unidad Popular, y no bajaron sus armas tampoco al llegar el Gobierno Militar al poder. Pero hoy en día, los caídos entre ellos son "víctimas",y muchos incluso fungen como funcionarios del gobierno. No se habla, tampoco, de el intenso y costoso entrenamiento militar de chilenos en Alemania Oriental.
La STASI y los cubanos.
En su seminal libro sobre la policía secreta del draconiano régimen de ese país –donde, por cierto, la Presidenta pasó gran parte de su auto-exilio– "Stasi: The Untold Story of The East German Secret Police", John O, Koehler cuenta que Salvador Allende empezó a cultivar contactos con ese (y otros) regímenes comunistas en los Años 60. Después de ser electo Presidente de Chile, "dentro de pocas semanas, una decena de especialistas en la guerra de guerrilleros y operaciones clandestinas fueron enviados a Santiago bajo encubrimiento diplomático. Poco después, llegaron entrenadores de otros países del Bloque Soviético, incluyendo oficiales de Checoslovaquia. Instalaron un campamento cerca a Valparaíso – las armas y cabañas prefabricadas puestos por los mismos soviéticos". Los cubanos, bajo el mando del General Patricio de la Guardia, operaron otro campamento en la misma zona.
Luego, cuando el Partido Comunista anunció en 1980 su intención de lanzarse a la lucha armada, mediante el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, la Stasi estableció un campamento muy secreto y bien protegido al este de Berlín para entrenar chilenos en terrorismo y tácticas guerrillas. Como dice Koehler: "En 1983, grupos de guerrillas urbanos empezaron un reino de terror en Chile, con bombas y asesinatos – exactamente lo que los Stasi les había enseñado"....
El Frente Manuel Rodríguez, Bachelet y Almeyda.
Entre 1983 y 1986, hubo más de mil bombas atribuidas al Frente Manuel Rodríguez (FMR), quienes también mataron 21 militares y Carabineros. Entre 1984 y 1988, los alemanes orientales aportaron US$ 6.795 millones al Partido Comunista chileno para financiar el terrorismo. En total, unos 200 chilenos fueron entrenados en el campamento alemán. Por lo menos, un número igual recibieron entrenamiento en Cuba, y números menores de chilenos en Bulgaria. Pero es razonable suponer que la Presidenta ya sabía eso, ya que a mediados de 1985, pasa a vivir con Alex Vojkovic, comunista desde su juventud y para esas fechas integrante del equipo político del Frente – el brazo armado del Partido Comunista. Pero, casi desde su regreso del exilio en 1979, ella estaba muy involucrada con los elementos clandestinos del partido socialista, sobre todo con el ala más violentista, encabezado por Clodomiro Almeyda, ex-Canciller de Allende. (Como, por cierto, lo fue gran parte de su tiempo en Alemania.) Para mediados de 1987, ella había terminado el romance con Vojkovic – pero no su romance con el terrorismo. Como cuentan los autores de Bachelet: La Historia no oficial, Andrea Insunza y Javier Ortega, "no tenía grandes contradicciones con el accionar del brazo armado de los comunistas. Aunque no es el eje central de su política, el PS Almeyda apoya también esa vía para derrocar a Pinochet"...
1986 el atentado.
Entre las "hazañas" del Frente: El 7 de septiembre, 1986, 25 Frentistas tendieron una emboscada al Presidente Pinochet, matando cinco de sus escoltas, dejando diez heridos, tres de ellos horriblemente mutilados. Los 25 "combatientes" fueron apoyados por unos 50 otros terroristas. Inevitablemente, el Gobierno militar respondió a estos ataques, estas amenazas. Sin duda, como suele suceder en conflictos "irregulares", hubo víctimas inocentes.
Margaret Thatcher... ¿Inocentes?
Pero la rigurosa verdad es que muy pocas de las 2.279 personas muertas o desaparecidas en los 17 años de gobierno militar eran inocentes, como es un hecho que el gobierno militar no libró una guerra en contra de ciudadanos ordinarios. Lo que sí hizo fue crear un país de sólidas instituciones y una economía que es la envidia de América Latina. Lo que sí hizo fue combatir los asesinos, secuestradores y otros terroristas de la izquierda. Y, es por eso, que los izquierdistas no los van a perdonar, ni dejar en paz, nunca. Margaret Thatcher –para muchos, la mujer más influyente del Siglo XX– dijo en un discurso ante la Asamblea Anual de su Partido: "No se dejen confundir. Revancha por la Izquierda y no justicia por la víctima, es la realidad del caso Pinochet. El Senador Pinochet está siendo juzgado (en Gran Bretaña) no por nada en la denuncia del Juez Garzón, sino por haber derrotado el comunismo. Lo que la Izquierda no puede perdonar es que Pinochet sin duda salvó Chile y ayudó a salvar Sudamérica".
Asesinos de la izquierda andan sueltos.
Entre tanto, muchos de los asesinos de la izquierda andan sueltos por las calles de Chile – juntos con muchos involucrados en el desembarco de las armas y otros egregios crímenes. Ninguno de ellos está en la cárcel. Matar, por ellos, no es crimen. Muchos de ellos pretenden justificar sus brutalidades arguyendo que luchaban para el retorno de la democracia – como si la historia recordara un sólo caso de comunistas luchando a favor de la democracia. La realidad –que también espera aquel día cuando se cuenta la historia completa, sin ocultar ni silenciar ni omitir nada– es que ellos no tenían nada que ver con el retorno.
La democracia no fue conquistada por encapuchados
Como dice la misma Presidenta, "la democracia no fue conquistada por encapuchados". El hecho, además, es que seguían con sus ataques armados aún después del regreso de la democracia. En 1990, hubo 2.422 ataques contra individuos – muchos de ellos Carabineros. Por lo menos uno –el Coronel Luis Fontaine– fue asesinado. En abril de 1991, Frentistas asesinaron el Senador Jaime Guzmán (y secuestraron a Cristián Edwards). ¿Víctimas? Hace falta una visión más amplia de lo vivido en este país a lo largo de los últimos 36 años –sí, 36 años– pero sin ocultar ni silenciar ni omitir nada –con la esperanza de sanear una de las más grandes víctimas– La Verdad.
documento
Julio 2007
La presidenta
El Partido Socialista
Volodia Teitelboim
Gobierno Militar
Revolución de Empanadas y Vino Tinto
Patricio Aylwin Azocar
Edgardo Boeninger,
Eduardo Frei Montalva,
Innumerables arsenales
Los militares fueron llamados, y cumplieron.
Frei Montalva de Allende.
Nuestros cirujanos son las Fuerzas Armadas.
Preguntas.
La historia oculta.
Hermógenes Pérez de Arce
El MIR.
La STASI y los cubanos.
El Frente Manuel Rodríguez, Bachelet y Almeyda.
1986 el atentado.
Margaret Thatcher... ¿Inocentes?
Asesinos de la izquierda andan sueltos.
La democracia no fue conquistada por encapuchados.
La Presidenta aparece en estos días instando a la derecha, en Chile, a reconocer la historia del país, "sin ocultar, silenciar ni omitir hechos del pasado". Pero, Sra. Presidenta: No es la derecha a quien Ud. debe dirigir ese mensaje. Es a sus propios camaradas socialistas y comunistas, y a aquellos archi-hipócritas, los democratacristianos. Por que los enemigos del pueblo de Chile no eran los derechistas, pero los izquierdistas sí. Fueron los izquierdistas –no los derechistas– que buscaban condenar este país a una esclavitud totalitaria. Para ellos, la historia de Chile empieza el 11 de septiembre de 1973, y es contada de ahí en adelante muy a su manera. O sea, son los izquierdistas que ocultan, silencian y omiten hechos del pasado.
Lo hacen referente al gobierno de Allende, o sea, como llegó Chile al trauma del 11 de septiembre. Lo hacen referente al Gobierno Militar. Lo hacen referente a sus papeles en ambas épocas de la historia. Empecemos con unos ejemplos básicos que ellos omiten, ocultan y silencian:
Fue su propio Partido Socialista que, en reiteradas declaraciones, anticiparon una lucha armada. En su Congreso anual realizado en Chillán, en noviembre de 1967, aprobaron esta resolución: "La violencia revolucionaria es inevitable y legítima... Constituye la única vía que conduce a la toma del poder político y económico, y su ulterior defensa y fortalecimiento"... Ya estando en el poder, en 1972, el Pleno Socialista declaraba: "El Estado burgués en Chile no sirve para construir el socialismo y es necesaria su destrucción. Para construir el socialismo de los trabajadores, deben conquistar todo el Poder"... Y, ¿qué esperaban los socialistas y sus socios comunistas de esa "violencia revolucionaria"?
Volodia Teitelboim, ideólogo del Partido Comunista en aquellos años, a pocos meses antes del 11, dijo en una entrevista que de estallar la revolución que estaban preparando, morirían de medio millón a un millón de chilenos. (Diario El Siglo, 1 de marzo 1973). Pero, para ellos eso fue poca cosa; Su gran líder, Lenin, había dicho "no importa que tres cuartas partes de los seres humanos perezcan. Lo importante es que el cuarto que quede sea comunistas". (Del libro, The Communist Party, publicado en Nueva York en 1935, por el frente soviético, Workers Library Publishers).
Gobierno Militar
Vale la pena recordar que, en los 17 años de gobierno militar, el total de muertos (y desaparecidos) –según el único estudio serio, o sea de la Comisión Rettig, fue de 2.279– no los centenares de miles que, con sangre fría, vaticinaba Teitelboim. Sólo nos queda especular cuantos habrían sido los muertos, cuantas vidas destrozadas, de haber ellos logrado imponer su dictadura totalitaria en el país.
Revolución de Empanadas y Vino Tinto
Y, ¿cómo fue la vida en Chile bajo la grotescamente denominada "Revolución de Empanadas y Vino Tinto" de Salvador Allende? Escuchemos de uno de los más influyentes aliados de la Presidenta, el ex-Presidente Patricio Aylwin Azocar, en un discurso que pronunció en el Senado el 11 de julio de 1973, momentos en que presidía él el Partido Demócrata Cristiano:
"Estamos viviendo uno de los momentos más graves y trascendentales de nuestra vida republicana. Chile parece un país azotado por la guerra. No ignoramos la gravedad del peligro totalitario en que el oficialismo ha colocado a Chile y estamos dispuestos a enfrentarlo sea como fuere. La población civil de nuestra patria no puede seguir a merced de grupos minoritarios armados con complicidad y tolerancia de las autoridades que tratan de imponer por la fuerza su voluntad al resto de los chilenos". (La cita es tomada del libro, Una Persecución Vergonzosa, de Alfonso Márquez de la Plata, una inigualada fuente de citas de esa índole.)
Luego, la contundente sentencia del hombre más responsable que cualquier otro por la llegada al poder de Salvador Allende, el ex-Presidente DC Eduardo Frei Montalva, en Octubre de 1972: "Chile está inmerso en un desastre económico; no una crisis, sino una verdadera catástrofe que nadie pudo haber previsto que sucedería tan rápida y totalmente... Peor que la inflación, las escasez, peor que el desastre económico es el odio que se ha desatado. Hay angustia en Chile". Por cierto, queda oculta, silenciada, omitida la tragedia de unos veinte mil chilenos que se sintieron obligados a huir de este país en ruinas. No ha habido nunca una Comisión de Reparaciones para ellos, y lo que es peor, no hay ni mención de ellos. Vino, inevitablemente, el 11.
El rector de la Universidad de Chile en ese entonces, el DC Edgardo Boeninger, dijo a pocos días del pronunciamiento: "La caída del gobierno de la Unidad Popular fue la consecuencia inevitable del desastre económico y social, la corrupción moral, la violencia y el caos institucional en que había sumido al país la acción nefasta de quienes, siendo un sector claramente minoritario, pretendieron imponer por la fuerza un régimen marxista leninista de corte totalitario"...
A un mes del 11, el ex-Presidente Eduardo Frei Montalva, en una entrevista concedida al diario español ABC, dijo: "La gente no se imagina en Europa, que este país está destruido. No saben lo que ha pasado. Los medios informativos, o callaron lo que estaba ocurriendo desde 1970, en que Salvador Allende, rompiendo todas sus promesas, y alejándose de la legalidad, inicia una obra de destrucción sistemática de la nación, o dieron noticias falsas al mundo, porque eran, acaso, sin saberlo, cómplices de esta enorme falsedad: que se estaba haciendo un raro experimento político, consistente en la implantación del marxismo por métodos legales, constitucionales, civilizados. Y ese no ha sido verdad ni es verdad.
Innumerables arsenales...
Y el mundo entero ha contribuido a la destrucción de este país, que hoy no tiene más salida salvadora que el Gobierno de los militares". "El marxismo, con conocimiento y aprobación de Salvador Allende, había introducido en Chile innumerables arsenales, que se guardaban en viviendas, oficinas, fábricas, almacenes. Los militares han salvado a Chile y a todos nosotros, cuyas vidas no son ciertamente tan importantes como la de Chile, pero que son vidas humanas, y muchas, y todas amenazadas perentoriamente.
Y no puedo decir que estemos aún a salvo, porque –ya lo ve usted día tras día– las Fuerzas Armadas siguen descubriendo reductos y arsenales. La guerra civil estaba perfectamente preparada por los marxistas. Y esto es lo que el mundo desconoce y no quiere conocer".
Los militares fueron llamados y cumplieron...
"Los militares fueron llamados, y cumplieron una obligación legal, porque el Poder Legislativo y el Judicial, el Congreso, la Corte Suprema, habían denunciado públicamente que la Presidencia y su régimen quebrantaban la Constitución, los acuerdos votados en el Parlamento y las sentencias dictadas por jueces absolutamente extraños a la política".
Frei Montalva de Allende:
"Allende vino a instaurar el comunismo por medios violentos, no democráticos, y cuando la democracia, engañada, percibió la magnitud de la trampa, ya era tarde. Ya estaban armadas las masas de guerrilleros y bien preparado el exterminio de los jefes del Ejército"... "Cuando un Gobierno procede así, cuando se producen en un país condiciones que no se han producido nunca antes como en Chile... el derecho a la rebelión se convierte en deber. Es un derecho jurídico proclamado por todos los tratadistas e historiadores... Las fuerzas militares han salvado realmente al país de su total aniquilamiento...
Nuestros cirujanos son las Fuerzas Armadas
Usted no desea operarse de un cáncer, pero llega un momento en que usted tiene que operarse el cáncer. Nuestros cirujanos son las Fuerzas Armadas, y el pueblo solicitó su intervención insistente, estruendosa y heroicamente"... Es relevante recordar que ese mismo Eduardo Frei Montalva, unos pocos años antes, había proclamado: "Hay algo peor que el comunismo, y es el anti-comunismo".
Preguntas:
¿No tiene uno derecho de preguntar por qué, si la meta es revelar la historia del país, "sin ocultar, silenciar ni omitir hechos ligados fuertemente a la memoria y a la historia de la gente", por qué, entonces, se ocultan, se silencian, se omiten los hechos descritos arriba (y lo de arriba es una pequeñísima parte de la cruda realidad que culminó en el 11)?
¿Por qué, entonces, se sigue refiriendo a los que el ex-Presidente Frei Montalva describió como "las masas de guerrilleros" como opositores del régimen?
¿Por qué, entonces, seguir mandando a la cárcel, "los militares (que) han salvado a Chile y a todos nosotros"?
¿Por qué, entonces, seguir trompeando esa inocua frase, "Nunca Más", sin molestarse en definir "Nunca Más – ¡Qué!"?
La historia oculta.
Pero, la historia oculta, silenciada y omitida, no termina con el 11. En los años posteriores, en este Chile que se asemeja cada vez más a "Alicia, en el país de las maravillas", el mundo se ha dividido en víctimas y victimarios. Ya no existen terroristas y guerrilleros – hombres y mujeres que portaban armas y los que los apoyaban, con dinero, refugios, armamentos, atención médica. Sólo existen víctimas.
Hermógenes Perez de Arce Ibieta.
En el excelente libro de Hermógenes Pérez de Arce, "Indebido Proceso" él -basándose en gran parte en el testimonio de nadie menos que el primer predicador de la violencia en 1973, Carlos Altamirano- logra rescatar esos guerrilleros del olvido: En las páginas de ese libro, descubren que de hecho, el Partido Socialista, tenía entre mil y 1.500 hombres en armas; el MIR, 3.000 a 5.000; el Partido Comunista, 2.000; el Mapu e Izquierda Cristiana, mil. Y ese número de unos 10 mil no incluye los miles –y sí, eran miles– de extranjeros bajo armas en el país. De otra manera, ¿cómo explicar por qué Fidel Castro habría invertido 25 millones de dólares y altamente riesgosos operativos, para desembarcar en este país 80 toneladas de armas (en 1986), suficientes como para armar 20 mil soldados? Por cierto, esos armamentos incluían 3.500 fusiles más de lo que en aquella época tenían las Fuerzas Armadas chilenas. (Carrizal: Veinte Años Después, de la formidable periodista-investigadora, Paula Afani Saud). Seguramente Fidel Castro y sus cómplices chilenos no pensaban dedicar esas armas a prácticas de tiro, mientras discutiendo esotéricas cuestiones constitucionales.
El MIR.
El MIR fue, por cierto, el primer blanco de las fuerzas de seguridad. Pero los miristas distaban mucho de ser inocentes. Eran violentistas desde sus comienzos, en 1965, en plena democracia, y seguían como violentistas hasta cuando el país fuera gobernado por sus propios camaradas socialistas y comunistas de la Unidad Popular, y no bajaron sus armas tampoco al llegar el Gobierno Militar al poder. Pero hoy en día, los caídos entre ellos son "víctimas",y muchos incluso fungen como funcionarios del gobierno. No se habla, tampoco, de el intenso y costoso entrenamiento militar de chilenos en Alemania Oriental.
La STASI y los cubanos.
En su seminal libro sobre la policía secreta del draconiano régimen de ese país –donde, por cierto, la Presidenta pasó gran parte de su auto-exilio– "Stasi: The Untold Story of The East German Secret Police", John O, Koehler cuenta que Salvador Allende empezó a cultivar contactos con ese (y otros) regímenes comunistas en los Años 60. Después de ser electo Presidente de Chile, "dentro de pocas semanas, una decena de especialistas en la guerra de guerrilleros y operaciones clandestinas fueron enviados a Santiago bajo encubrimiento diplomático. Poco después, llegaron entrenadores de otros países del Bloque Soviético, incluyendo oficiales de Checoslovaquia. Instalaron un campamento cerca a Valparaíso – las armas y cabañas prefabricadas puestos por los mismos soviéticos". Los cubanos, bajo el mando del General Patricio de la Guardia, operaron otro campamento en la misma zona.
Luego, cuando el Partido Comunista anunció en 1980 su intención de lanzarse a la lucha armada, mediante el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, la Stasi estableció un campamento muy secreto y bien protegido al este de Berlín para entrenar chilenos en terrorismo y tácticas guerrillas. Como dice Koehler: "En 1983, grupos de guerrillas urbanos empezaron un reino de terror en Chile, con bombas y asesinatos – exactamente lo que los Stasi les había enseñado"....
El Frente Manuel Rodríguez, Bachelet y Almeyda.
Entre 1983 y 1986, hubo más de mil bombas atribuidas al Frente Manuel Rodríguez (FMR), quienes también mataron 21 militares y Carabineros. Entre 1984 y 1988, los alemanes orientales aportaron US$ 6.795 millones al Partido Comunista chileno para financiar el terrorismo. En total, unos 200 chilenos fueron entrenados en el campamento alemán. Por lo menos, un número igual recibieron entrenamiento en Cuba, y números menores de chilenos en Bulgaria. Pero es razonable suponer que la Presidenta ya sabía eso, ya que a mediados de 1985, pasa a vivir con Alex Vojkovic, comunista desde su juventud y para esas fechas integrante del equipo político del Frente – el brazo armado del Partido Comunista. Pero, casi desde su regreso del exilio en 1979, ella estaba muy involucrada con los elementos clandestinos del partido socialista, sobre todo con el ala más violentista, encabezado por Clodomiro Almeyda, ex-Canciller de Allende. (Como, por cierto, lo fue gran parte de su tiempo en Alemania.) Para mediados de 1987, ella había terminado el romance con Vojkovic – pero no su romance con el terrorismo. Como cuentan los autores de Bachelet: La Historia no oficial, Andrea Insunza y Javier Ortega, "no tenía grandes contradicciones con el accionar del brazo armado de los comunistas. Aunque no es el eje central de su política, el PS Almeyda apoya también esa vía para derrocar a Pinochet"...
1986 el atentado.
Entre las "hazañas" del Frente: El 7 de septiembre, 1986, 25 Frentistas tendieron una emboscada al Presidente Pinochet, matando cinco de sus escoltas, dejando diez heridos, tres de ellos horriblemente mutilados. Los 25 "combatientes" fueron apoyados por unos 50 otros terroristas. Inevitablemente, el Gobierno militar respondió a estos ataques, estas amenazas. Sin duda, como suele suceder en conflictos "irregulares", hubo víctimas inocentes.
Margaret Thatcher... ¿Inocentes?
Pero la rigurosa verdad es que muy pocas de las 2.279 personas muertas o desaparecidas en los 17 años de gobierno militar eran inocentes, como es un hecho que el gobierno militar no libró una guerra en contra de ciudadanos ordinarios. Lo que sí hizo fue crear un país de sólidas instituciones y una economía que es la envidia de América Latina. Lo que sí hizo fue combatir los asesinos, secuestradores y otros terroristas de la izquierda. Y, es por eso, que los izquierdistas no los van a perdonar, ni dejar en paz, nunca. Margaret Thatcher –para muchos, la mujer más influyente del Siglo XX– dijo en un discurso ante la Asamblea Anual de su Partido: "No se dejen confundir. Revancha por la Izquierda y no justicia por la víctima, es la realidad del caso Pinochet. El Senador Pinochet está siendo juzgado (en Gran Bretaña) no por nada en la denuncia del Juez Garzón, sino por haber derrotado el comunismo. Lo que la Izquierda no puede perdonar es que Pinochet sin duda salvó Chile y ayudó a salvar Sudamérica".
Asesinos de la izquierda andan sueltos.
Entre tanto, muchos de los asesinos de la izquierda andan sueltos por las calles de Chile – juntos con muchos involucrados en el desembarco de las armas y otros egregios crímenes. Ninguno de ellos está en la cárcel. Matar, por ellos, no es crimen. Muchos de ellos pretenden justificar sus brutalidades arguyendo que luchaban para el retorno de la democracia – como si la historia recordara un sólo caso de comunistas luchando a favor de la democracia. La realidad –que también espera aquel día cuando se cuenta la historia completa, sin ocultar ni silenciar ni omitir nada– es que ellos no tenían nada que ver con el retorno.
La democracia no fue conquistada por encapuchados
Como dice la misma Presidenta, "la democracia no fue conquistada por encapuchados". El hecho, además, es que seguían con sus ataques armados aún después del regreso de la democracia. En 1990, hubo 2.422 ataques contra individuos – muchos de ellos Carabineros. Por lo menos uno –el Coronel Luis Fontaine– fue asesinado. En abril de 1991, Frentistas asesinaron el Senador Jaime Guzmán (y secuestraron a Cristián Edwards). ¿Víctimas? Hace falta una visión más amplia de lo vivido en este país a lo largo de los últimos 36 años –sí, 36 años– pero sin ocultar ni silenciar ni omitir nada –con la esperanza de sanear una de las más grandes víctimas– La Verdad.
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política chilena
La Verdad – Huérfana en el Drama de Chile Por James R. Whelan
Julio 2007
La presidenta
El Partido Socialista
Volodia Teitelboim
Gobierno Militar
Revolución de Empanadas y Vino Tinto
Patricio Aylwin Azocar
Edgardo Boeninger,
Eduardo Frei Montalva,
Innumerables arsenales
Los militares fueron llamados, y cumplieron.
Frei Montalva de Allende.
Nuestros cirujanos son las Fuerzas Armadas.
Preguntas.
La historia oculta.
Hermógenes Pérez de Arce
El MIR.
La STASI y los cubanos.
El Frente Manuel Rodríguez, Bachelet y Almeyda.
1986 el atentado.
Margaret Thatcher... ¿Inocentes?
Asesinos de la izquierda andan sueltos.
La democracia no fue conquistada por encapuchados.
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La presidenta
El Partido Socialista
Volodia Teitelboim
Gobierno Militar
Revolución de Empanadas y Vino Tinto
Patricio Aylwin Azocar
Edgardo Boeninger,
Eduardo Frei Montalva,
Innumerables arsenales
Los militares fueron llamados, y cumplieron.
Frei Montalva de Allende.
Nuestros cirujanos son las Fuerzas Armadas.
Preguntas.
La historia oculta.
Hermógenes Pérez de Arce
El MIR.
La STASI y los cubanos.
El Frente Manuel Rodríguez, Bachelet y Almeyda.
1986 el atentado.
Margaret Thatcher... ¿Inocentes?
Asesinos de la izquierda andan sueltos.
La democracia no fue conquistada por encapuchados.
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Chile: ¿Ahora crucificarán el hombre que rescató a Chile?
Por John Cobin y Karen Araujo Este artículo apareció en la edición de febrero de 1999 en la revista "Liberty".
Traducción y adaptación libre de Carlos Toledolabarca.
Traducción y adaptación libre de Carlos Toledolabarca.
El mundo raramente deja atrás sus guerras y conflictos, y algunas de estas guerras sólo se les puede llamar así si nos ubicamos en una perspectiva liberal clásica. Al igual que la Guerra de Independencia norteamericana y su guerra Civil, cuyas razones históricas las justifican, en Chile se lucha contra los izquierdistas, lo que no es sólo un conflicto coyuntural, es un conflicto permanente.
La revolución en Chile en el 11 de septiembre de 1973, fue un acto de legítima defensa contra los saqueadores y bandidos armados de la UP.
Una vez que la civilidad vio agotada la vía jurídica legal fue agotada. Como es inevitable en toda guerra, se cometen errores y pérdida de vidas inocentes. Pero a pesar de sus errores, la revolución dejó un legado positivo: Chile tiene (tenía) una economía libre y próspera e instituciones republicanas estables.
Este es el contexto en el que los británicos detuvieron al general Augusto Pinochet, es decir al líder de la revolución de Chile contra el marxismo.Cuando la Junta Militar encabezada por Pinochet se hizo cargo del gobierno, Chile como sociedad experimentaba un deterioro constante en la calidad de vida, el país estaba totalmente dividido, solamente existía la opción continuar con el experimento izquierdista de alcanzar el socialismo o, la Guerra Civil.
Salvador Allende había sido elegido presidente tras una elección entre tres candidatos, Allende ganó con una diferencia mínima de votos. Sin mediar el respeto por la voluntad del poder Legislativo, que era el que debía elegir entre los tres candidatos, presionó alertando "que al pueblos no se le arrebataría el triunfo". Es decir se auto nombro el dictador de un país socialista, Sibilinamente pacto con sus "enemigos", acuerdos que no estaba dispuesto a cumplir.
Instalado en el gobierno, existen informes de que los partidarios de Allende mataron e hirieron a cientos de personas en el campo, en las fábricas, en las universidades y donde se hicieron presentes, las armadas hordas de choque de la UP. El robo, el saqueo las expropiación y la estatización de la propiedad privada, son hechos innegables. Cifras extra oficiales confiables indican que se llegó al 1000 por ciento de inflación, durante 1000 días del imperio del desgobierno de la UP.
Se exacerbó hambre y la miseria, como una forma de aumentar las contradicciones sociales. Especialmente entre los pobres no partidarios de la UP, se observó, la falta de servicios básicos, comida, vestido, abrigo, zapatos. Héctor Hevia, un profesor chileno que vivió esos tiempos caóticos recuerda, "Usted tenía que esperar en una cola durante horas para conseguir un trozo de carne para preparar comida".
Instalado en el gobierno, existen informes de que los partidarios de Allende mataron e hirieron a cientos de personas en el campo, en las fábricas, en las universidades y donde se hicieron presentes, las armadas hordas de choque de la UP. El robo, el saqueo las expropiación y la estatización de la propiedad privada, son hechos innegables. Cifras extra oficiales confiables indican que se llegó al 1000 por ciento de inflación, durante 1000 días del imperio del desgobierno de la UP.
Se exacerbó hambre y la miseria, como una forma de aumentar las contradicciones sociales. Especialmente entre los pobres no partidarios de la UP, se observó, la falta de servicios básicos, comida, vestido, abrigo, zapatos. Héctor Hevia, un profesor chileno que vivió esos tiempos caóticos recuerda, "Usted tenía que esperar en una cola durante horas para conseguir un trozo de carne para preparar comida".
En julio de 1973, Allende había centralizado el control de casi todo, en cada empresa intervenida o en manos del Estado, la dirección de estas fue puesta en manos de un burócrata perteneciente a uno de los partidos políticos de la UP. En resumen, el gobierno de Allende fue, "la destrucción del modo vida de la mayoría del pueblo chileno, y por lo tanto los chilenos tenían el derecho a defenderse contra él. En aquel contexto histórico, Chile fue un escenario más, en el marco de la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.
El ex Presidente Allende demostró que no era demócrata, al alinearse con el eje castrista-soviético, empujó a los los trabajadores a romper con el sistema económico y social, todo ello mediante, la realización de acciones, similares a las impulsadas en las revoluciones socialistas de países como Cuba, la Unión Soviética.
-Y cuyas dos embajadas en Santiago fueron sobrepasadas con personal que precisamente no eran diplomáticos, sino que personal militar, cuya principal función fue adiestrar y reforzar las fuerzas para-militares izquierdistas .
-Y cuyas dos embajadas en Santiago fueron sobrepasadas con personal que precisamente no eran diplomáticos, sino que personal militar, cuya principal función fue adiestrar y reforzar las fuerzas para-militares izquierdistas .
Chile vivía el caos, y tanto los grupos armados de izquierda y derecha, asumieron el control de calles, barrios, y el sector rural. La guerra civil era inminente. Hubo masivas manifestaciones pidiendo la renuncia de Allende. El 22 de agosto de 1973, la Cámara de Diputados de Chile aprobó una resolución de censura contra Allende. La Cámara de Diputados condenó a Allende y su gobierno por violar la constitución y la ley, y cuyo fin era el de "establecer un sistema totalitario absolutamente opuestos al sistema representativo de gobierno que establecía la Constitución (1925)", y exhortó a los militares a intervenir para hacer cumplir las leyes vigentes.
El 11 de septiembre, los militares chilenos derrocaron al gobierno de Allende. En menos de 24 horas, las fuerzas armadas habían consolidado el control del país. Pero los adherentes al marxismo no se retiraron en el silencio de la noche. Se reorganizaron y se reagruparon y continuaron luchando en contra el gobierno, en desigualdad de condiciones,no obstante se enfrentaron decididamente al nuevo gobierno.
Durante el período inmediatamente posterior al derrocamiento de Allende,no merece dudas el hecho de que fueron muertas personas inocentes . En el tenso período inicial del régimen militar, no fue raro conocer de civiles que fueron acusados falsamente de ser individuos armados izquierdistas, con el fin de resolver situaciones privadas. Aún así, la mayoría de las personas muertas por los militares formaban parte de las milicias armadas marxistas.
Según el informe de la "respetada" Comisión Rettig del gobierno "democrático" de Aylwin, hubo 1.133 muertos, incluido el personal militar, tanto durante la revolución y en el período posterior, entre septiembre y diciembre de 1973. La Comisión Rettig notificó un total de 2.279 muertes debidas a la violencia política en general , ocurridas durante los 17 años del gobierno militar, incluidas 265 muertes de personal militar y civiles asesinados por los terroristas. El informe clasificó claramente que 164 muertos fueron víctimas de la violencia política y 2.115 de violaciones a los DD.HH . Las muertes son subconteo de ambas partes, y el número de personas que desaparecieron se incluyen en el total, aunque es reconocido que la izquierda ha querido atribuir otros números de desparecidos distintos a los entregados por la Comisión Rettig .
Durante el período inmediatamente posterior al derrocamiento de Allende,no merece dudas el hecho de que fueron muertas personas inocentes . En el tenso período inicial del régimen militar, no fue raro conocer de civiles que fueron acusados falsamente de ser individuos armados izquierdistas, con el fin de resolver situaciones privadas. Aún así, la mayoría de las personas muertas por los militares formaban parte de las milicias armadas marxistas.
Según el informe de la "respetada" Comisión Rettig del gobierno "democrático" de Aylwin, hubo 1.133 muertos, incluido el personal militar, tanto durante la revolución y en el período posterior, entre septiembre y diciembre de 1973. La Comisión Rettig notificó un total de 2.279 muertes debidas a la violencia política en general , ocurridas durante los 17 años del gobierno militar, incluidas 265 muertes de personal militar y civiles asesinados por los terroristas. El informe clasificó claramente que 164 muertos fueron víctimas de la violencia política y 2.115 de violaciones a los DD.HH . Las muertes son subconteo de ambas partes, y el número de personas que desaparecieron se incluyen en el total, aunque es reconocido que la izquierda ha querido atribuir otros números de desparecidos distintos a los entregados por la Comisión Rettig .
La mayoría - un 63 por ciento - de los muertos eran miembros de partidos políticos izquierdistas, como el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria y el Partido Socialista y Comunista. Este último al principio de los ochenta contó con su brazo armado , el Frente Manuel Rodríguez, terroristas confesos preparados en Cuba, Nicaragua, y en la desaparecida Alemania Comunista, para sabotear, secuestrar y asesinar.
Por lo tanto había contingentes armados, de los cuales ni los más pequeños dejaban de ser violentos y una amenaza constante para la sociedad.
Sola Sierra, presidente del Grupo de Familiares de los Detenidos-Desaparecidos en Chile, ella misma un comunista, reconoció que el porcentaje de las personas muertas que se encontraban afiliados a los partidos izquierdistas en realidad era mucho más alto, ya que a menudo los familiares temían revelar públicamente a la afiliación política de los muertos. Todas las guerras tienen costos sociales, entre las que están la ocasional pérdida de vidas inocentes, y en Chile la revolución en contra del marxismo, no es una excepción.
Sola Sierra, presidente del Grupo de Familiares de los Detenidos-Desaparecidos en Chile, ella misma un comunista, reconoció que el porcentaje de las personas muertas que se encontraban afiliados a los partidos izquierdistas en realidad era mucho más alto, ya que a menudo los familiares temían revelar públicamente a la afiliación política de los muertos. Todas las guerras tienen costos sociales, entre las que están la ocasional pérdida de vidas inocentes, y en Chile la revolución en contra del marxismo, no es una excepción.
En Chile la guerra con los terroristas armados de izquierda entre 1973 a 1990 dio lugar lamentables y trágicas muerte de personas inocentes. Reconocidos Generales han cometido errores en el calor de la batalla y, máxime si la naturaleza de la guerra envuelve las guerrillas, las cuales buscan confundir al enemigo, su principal objetivo es no ser identificados, el éxito de la guerrilla es el ataque sorpresa y la desmoralización y desprestigio del enemigo.
¿ QUÉ HABRÍA SIDO DE CHILE SIN PINOCHET Y LAS FF.AA., Y DE ORDEN ?
Echemos un vistazo a Cuba, donde las personas se mueren hasta de hambre, durante 39 años de dictadura izquierdista de Castro, se ha torturado a miles, se ha exiliado a millones, se ha fusilado a miles, y lo más trágico, es que en ese país no existe ni la democracia ni menos la libertad .
La mayoría de los chilenos se sienten mal por las personas inocentes o no que murieron durante la lucha del gobierno de Pinochet en contra del terrorismo izquierdista en Chile. Y la pregunta obvia para aquellos que hubiesen deseados que las cosas fueran de otra manera ¿ En contra de la violencia asesina del terrorismo, existe otro camino viable que no sea la respuesta fuerte y dura?
Los amantes de la libertad deben estar agradecidos de que Pinochet llegó a resolver el caos y el terror fomentado por los IZQUIERDISTAS en los años 1970 y 1980, y de iniciar una era de paz, la estabilidad republicana de gobierno, y la prosperidad. Ahora, los británicos han detenido a Pinochet a petición de un tribunal español, tratando de procesarlo por varios delitos cometidos durante la revolución. Él está acusado de genocidio y asesinato, y todo el mundo sabe que no es así .
Los medios de comunicación de occidente rara vez informaron de las actividades terroristas de los comunistas que lucharon en contra de Pinochet, y el sólo hecho de mencionar a Pinochet hasta hoy, recibe poca simpatía en Europa o América del Norte. Las cosas son muy diferentes en Chile. La mayoría de las personas que hemos hablado están incómodos, tristes, e incluso indignados acerca de la detención. Los recientes sondeos en Chile, acerca de poner en libertad a Pinochet cuentan con el apoyo popular, más de 75 por ciento de los consultados afirman que es un asunto de Chile.
Alvaro Vial, Vicepresidente académico en la Universidad Finis Terrae, que escribe con frecuencia sobre cuestiones políticas de Chile para la prensa nacional, dice que él piensa que tal vez, mas del 40 por ciento de los chilenos están firmemente apoyando a Pinochet. Según él es probable que haya otro 30 a 40 por ciento que apoyan a su regreso a Chile por razones de nacionalismo, si no de otra cosa. lo puntual es que la gran mayoría de los chilenos quieren que se libere a Pinochet. Son frecuentes las manifestaciones en favor de Pinochet frente a las embajadas de España y Gran Bretaña, las que a veces se tornan violentas.
Las calles aledañas a estos edificios están continuamente cerradas y la policía mantiene permanentes barricadas.Como norteamericanos que vivimos en Santiago, hemos observado que muchos chilenos se sienten impotentes y frustrados ante esta situación. A los chilenos les molesta que el mundo parece no preocuparse por sus opiniones sobre una cuestión que es de la mayor importancia para ellos. Se trata del hombre que salvó a Chile de tanta angustia y tragedia de manos de los izquierdistas, consideran que Pinochet esta atrapado en una trampa hecha por sus compatriotas de izquierda en Europa en complicidad con sus pares europeos.
En lugar de ir tras los verdaderos criminales que retienen el poder por la fuerza (Fidel Castro viene inmediatamente a la mente), el mundo mira ahora como la poderosa izquierda busca destruir a los hombre que salvó a Chile del infierno socialista. Creemos que los partidarios de Pinochet en Chile tienen un buen punto.
Cargar a Pinochet con el asesinato de los enemigos de Chile, es decir los izquierdistas que traicionaron a la mayoría de los chilenos y chilenas, sería tan injusto como acusar de asesinos a Patrick Henry, Thomas Jefferson quienes combatiendo contra los "chaquetas rojas" ingleses, mataron accidentalmente a inocentes vecinos que se interpusieron entre ellos y los "chaquetas rojas". Nuestros revolucionarios actuaron en legítima defensa contra un Estado opresor y tirano y, por tanto, su causa fue justa y será justa por siempre en la Historia, a pesar de las tragedias y la pérdida accidental de vidas inocentes que pudieron ocurrir.
Pinochet luchó contra el totalitarismo izquierdista, el que a la vista y muestra de la historia, exhibe a su paso genocidios, tiranía y millones de vidas injustamente segadas. Los medios de comunicación en los Estados Unidos y en Europa han distorsionado los hechos con respecto a Pinochet. Él está acusado de asesinato y crímenes contra la humanidad, y que viene a ser el principio y el fin de una historia en cuanto a la mayoría de los periodistas se refiere. Pero la CNN y los medios de difusión internacionales rara vez revelan detalles acerca de las actividades terroristas de los comunistas que Pinochet estaba luchando. Es una visión sesgada, que proviene de la izquierda, tiene una intención que va de acuerdo con los intereses comerciales de las grandes cadenas. La mayoría de los medios de comunicación no simpatizan con Pinochet, esto vende más. La revolución en contra de los socialistas que empujaron al país a una guerra civil no declarada,no es noticia.
Así, los medios de comunicación retratan Pinochet como un dictador brutal y sin sentido y, hacen caso omiso de las circunstancias en que Pinochet asumió el poder:
- La revolución del 11 de septiembre de 1973 evito una sangrienta guerra civil prolongada y sus desgraciadas consecuencias de destrucción y división. Pinochet, y el personal bajo su mando, casi con toda seguridad fueron responsables de la muerte de personas inocentes. En el caos y la confusión de la guerra, este tipo de tragedias son inevitables. Quienes están fuera de la pelea haría bien en dudar en emitir juicios sobre los seres humanos falibles arrastradas por la vorágine de la lucha. Pinochet no era puro; nadie puede ser, nunca ha sido, ni nunca será, en tales circunstancias. La Revolución Americana tiene su propia cuota de tragedias similares.
- La revolución del 11 de septiembre de 1973 evito una sangrienta guerra civil prolongada y sus desgraciadas consecuencias de destrucción y división. Pinochet, y el personal bajo su mando, casi con toda seguridad fueron responsables de la muerte de personas inocentes. En el caos y la confusión de la guerra, este tipo de tragedias son inevitables. Quienes están fuera de la pelea haría bien en dudar en emitir juicios sobre los seres humanos falibles arrastradas por la vorágine de la lucha. Pinochet no era puro; nadie puede ser, nunca ha sido, ni nunca será, en tales circunstancias. La Revolución Americana tiene su propia cuota de tragedias similares.
¿Melancolía que borra el hecho de que se logró - el establecimiento de una sociedad libre y de la derrota de la tiranía. No hay que equivocarse al respecto: independientemente de los errores que ha hecho a lo largo del camino, las acciones del Gobierno Militar y Pinochet dieron paso a la estabilidad social, con el peso de instituciones republicanas ,y a la transformación de una economía en ruinas en una próspera, en beneficio de todos los chilenos.
Pinochet realizó una revolución económica y política libre de ambiciones por el poder, la muestra de ello fue el impecable proceso de transición hacia la democracia plena. La contradicción nace en los herederos de la democracia quienes estuvieron de acuerdo en darle inmunidad judicial por delitos situaciones acaecidas durante la revolución. Para nosotros, esto puede considerarse como un acuerdo razonable, la revolución ha terminado, y ya la paz, la prosperidad, la estabilidad y una república emergente existe (existió) en lugar del caos, la pobreza y la "dictadura del proletariado".
Clásicos liberales no puede exonerar a Pinochet por las reponsabilidades de crímenes y excesos que se cometieron bajo su gobierno, pero debemos estar dispuestos a ver sus hechos en el contexto de la guerra terrorista en el que fueron formuladas. Y nosotros tenemos que darle crédito por la renuncia al poder, voluntariamente y sin ambiciones entregó el mando de la Nación a un civil, hecho inédito en la historia universal..
Pinochet no era tirano.
¿Acaso los tiranos dan paso a una mayor libertad? ¿Renuncian al poder con que cuentan voluntariamente? Pinochet hizo ambas cosas. Al mismo tiempo, tenemos que recordar que la "revolución" por la que los izquierdistas terroristas del MIR, FMR, y los partidos Comunista y Socialista y en contra de la cual Pinochet luchó, no busca apoderarse del gobierno del estado y crear una sociedad más libre.
Por el contrario, si hubiesen tenido éxito, los marxistas habrían vuelto a imponer la dictadura socialista en Chile, esta vez con más crueldad y rudeza. Sí la izquierda chilena, hubiese derrotado a Pinochet y su revolución, ni siquiera hoy los actuales aliados de la izquierda, se habrían librado de los "tribunales populares" y de la Justicia totalitaria.
Mientras hipócritamente clamamos que no se puede exonerar completamente Pinochet, quien es lejos mucho menos culpable que cualquiera de los dictadores que viven, sean estos chinos, cubanos, vietnamitas, africanos, y los de Corea del Norte en términos de violaciones de derechos humanos. Esos líderes criminales de izquierda, aparentemente pueden seguir moviendo sus cetros de hierro y cometer todas las atrocidades que desean sin temor a represalias internacionales.
¡Qué absurdo precedente la detención de Pinochet nos ponen. Monstruos como el del Zaire , Mobutu,el de Camboya, Pol Pot, y la mayoría de los dictadores de los países comunistas de Europa del Este no fueron vitupereados por los políticos liberales ni por la prensa, ni fueron llevados a los tribunales internacionales.
Pero Pinochet, que voluntariamente entregó su cargo y en la actualidad sigue sirviendo a su país como un miembro del Senado, es detenido cuando visitó Gran Bretaña, por causa de una afección de su salud! Es difícil de imaginar por qué el gobierno británico tiene detenido Pinochet, aparte de ganarse la atención pública internacional. Aparentemente haciéndose los inocentes acerca de lo que ocurrió en Chile en los setentas, los políticos británicos creen que pueden atacar a Pinochet, una polémico aunque relativamente desconocida figura de un pequeño y lejano país independiente.
Creen ver en esto un modo fácil de convertirse en mecenas de la virtud, custodios del bienestar público, y los campeones para ganar votos. A los políticos británicos, suizos,y españoles aparentemente les parece que está muy bien que para mantener en el poder de sus gobiernos, deben rendir cuentas acerca de Pinochet, y de las cosas que hizo durante la guerra en contra del terrorismo. Tarea realizada con independencia de las labores que ellos realizaban,
Pinochet no le pidió ayuda a país alguno.
¿Por qué no se le concede un premio de la paz para salvar a tanta gente? ¿Qué comparación existe entre los costos de vida de la revolución de Pinochet, si se la compara con los costos y beneficios sociales netos ?. ¿ O es más importante, apoyar a los liberales clásicos por el surgimiento de un tribunal mundial, que permita que las intervencionista normas estatales se puedan imponer a escala global? Aquellos que desean señalar los defectos de Pinochet deben tener cuidado, no sea que sus argumentos condenen a Thomas Jefferson, Simón Bolívar, Patrick Henry, George Washington, y Robert E. Lee .
Admiramos a Pinochet, como admiramos a Jefferson, Bolívar, y otros campeones de la libertad por lo bueno que cada uno hizo, por la causa de la justicia, lucharon contra la tiranía y dedicaron su vida por ello. Por lo tanto, estamos dispuestos a pasar por alto muchos de sus errores, como las tragedias de la historia y de consecuencias indirectas de la vida en un mundo dominado por el mal estado e intervencionista.
Cualquier persona que se preocupa por la verdad debe confrontar a Pinochet heroico en contra de falsas demandas de los medios de comunicación con una visión parcial y llenos de moral Europea hipócrita, que convivió y acepto el sufrimiento de millones de europeos subyugados por el comunismo soviético. En el final, independientemente de sus fallas, Pinochet ha hecho (hizo) más por la causa de la libertad que todos ellos juntos.
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miércoles, 18 de junio de 2008
Ayuda de memoria...Sergio Onofre Jarpa.
Viabilidad de la violencia revolucionaria.
Toma del poder como objetivo estratégico.
La violencia revolucionaria es inevitable y legítima.
Las formas pacíficas o legales de lucha no conducen por sí mismas al poder.
Alinear a Chile con el bloque soviético.
El proyecto marxista-leninista de la UP.
¿ Bravatas revolucionarias ?
Acuerdo con la DC.
Allende y la entrevista con Debray.
El ejemplo de Cuba.
OLAS el señor Allende era el presidente
La conducción revolucionaria.
Un fracaso premeditado.
La memoria del ex presidente Aylwin.
Nos avisaron la que pensaban hacer.
Las FF.AA.
Las JAP, los extremistas extranjeros, y el fraude electoral.
Los cubanos.
La Corte Suprema.
El 22 de Agosto de 1973 la Cámara de Diputados hizo su declaración.
Toma del poder como objetivo estratégico.
La violencia revolucionaria es inevitable y legítima.
Las formas pacíficas o legales de lucha no conducen por sí mismas al poder.
Alinear a Chile con el bloque soviético.
El proyecto marxista-leninista de la UP.
¿ Bravatas revolucionarias ?
Acuerdo con la DC.
Allende y la entrevista con Debray.
El ejemplo de Cuba.
OLAS el señor Allende era el presidente
La conducción revolucionaria.
Un fracaso premeditado.
La memoria del ex presidente Aylwin.
Nos avisaron la que pensaban hacer.
Las FF.AA.
Las JAP, los extremistas extranjeros, y el fraude electoral.
Los cubanos.
La Corte Suprema.
El 22 de Agosto de 1973 la Cámara de Diputados hizo su declaración.
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Chile: Ayuda de Memoria...Sergio Onofre Jarpa.
En 1967, en el Congreso del Partido Socialista reunido los días 24, 25 y 26 de noviembre en la ciudad de Chillán, se aprobaron diversas declaraciones de objetivos y propósitos.
En materia de política interna, se proclamó lo siguiente:
1. “El Partido Socialista, como organización marxista leninista, plantea la toma del poder como objetivo estratégico a cumplir por esta generación, para instaurar un Estado Revolucionario que libere a Chile de la dependencia y del retraso económico y cultural”.
2. “La violencia revolucionaria es inevitable y legítima. Resulta necesariamente del carácter represivo y armado del estado de clase. Constituye la única vía que conduce a la toma del poder político, y a su ulterior defensa y fortalecimiento. Sólo destruyendo el aparato burocrático y militar del estado burgués puede consolidarse la revolución socialista”.
3. “Las formas pacíficas o legales de lucha (reinvindicativas, ideológicas, electorales) no conducen por si mismas al poder. El Partido Socialista las considera como instrumentos limitados de acción, incorporados al proceso político que nos lleva a la lucha armada”. (Historia del Partido Socialista de Chile, por Julio César Jobet, pag. 313, Ediciones Documentas. Prólogo de Ricardo Nuñez)
En el plano internacional se afirmó:
1. “El partido Socialista solidarizó con todos los procesos socialistas iniciados en la URSS y Europa Oriental, en Asia y en Cuba, cuya revolución ha dado una dimensión diferente a la lucha de clases en nuestro continente y ha demostrado la viabilidad de la violencia revolucionaria para alcanzar el poder”.
Esta proclamación de lucha armada para destruir la institucionalidad democrática existente en Chile y establecer un sistema marxista, en connivencia con el gobierno cubano y los intereses del comunismo soviético en esta zona del mundo, significó el inicio de una etapa de división y enfrentamiento entre chilenos, cuyos efectos aún no parecen superados.
Existen en esta materia graves antecedentes y responsabilidades, que no han sido considerados por las autoridades políticas o judiciales, y generalmente silenciados por los medios de comunicación.
Sin embargo no podrán ser omitidos cuando se investigue con seriedad los hechos que constituyen nuestra historia reciente. Un período en que los chilenos tuvimos que optar entre seguir siendo una nación libre y democrática o dejarnos avasallar por la intervención y los métodos del comunismo soviético.
La declaración del Partido Socialista aprobada en su Congreso de Chillán en 1967 significó una declaración de guerra a todo el sistema institucional de Chile y, en especial, a las F.F.A.A. encargadas de garantizar esa institucionalidad.
La solidaridad que se expresó con la URSS y otros gobiernos de tendencia marxista, hizo evidente y público el propósito de alinear a Chile, en apoyo de las acciones y propósitos de la URSS y el comunismo internacional durante la llamada “guerra fría”.
En otro aspecto, resulta increíble que el gobierno y las autoridades de aquella época no hayan denunciado y sancionado la proclamación de la lucha armada por el Partido Socialista, que fue el inicio de un proceso que fatalmente llevaría a los chilenos a la división y al enfrentamiento y la guerra civil, pues la mayoría ciudadana no iba a aceptar que la minoría marxista alcanzara sus objetivos por la amenaza y la violencia.
El proyecto marxista leninista, para conquistar el poder era la negación de los derechos humanos y la libertad de los chilenos contrarios a someterse a un régimen opresivo e inhumano como los que imperaban en los países gobernados por los marxistas. Significaba, también, el intento de obligar a los chilenos a romper sus tradiciones enraizadas en la Cultura Occidental Cristiana para imponer, por el terror y la persecución, lo que ellos definían como el marxismo leninismo, es decir, las ideas de Marx y los métodos de Lenin.
Algunos han sostenido que los propósitos y acuerdos del Partido Socialista para alcanzar el poder por la lucha armada, no fueron mas que bravatas revolucionarias. Tratan de probar estos asertos afirmando que participaron en la elección presidencial de 1970 incorporados al sistema político electoral vigente. Pero olvidan mencionar que ya habían iniciado los preparativos para la lucha armada que proclamaron en Chillán, dando apoyo a los grupos extremistas que comenzaban a usar el terrorismo como arma de acción política y que nunca volvieron atrás en las ideas y propósitos acordados en el Congreso de Chillán.
En la campaña presidencial de 1970 usaron la táctica de sumergirse tras una apariencia democrática y así obtuvieron una votación del 36% de los votos, lo que no les permitía acceder al poder sin el apoyo de sectores democráticos no marxistas.
Ese apoyo lo lograron mediante un acuerdo con el Partido Demócrata Cristiano, obligándose a gobernar dentro de la Constitución y las leyes, y reiterando especialmente aquellas disposiciones que garantizaban los derechos ciudadanos y las libertades públicas y, en especial, la libertad de educación. Se reiteró asimismo que los únicos cuerpos armados que podrían existir, serían los establecidos en el ordenamiento jurídico de Chile: Armada, Ejército, Fuerza Aérea y Carabineros. Fue así como el Congreso Nacional eligió Presidente de la República al candidato socialista señor Salvador Allende, quien había obtenido poco mas de un tercio de la votación ciudadana.
La revista marxista “Punto Final” reprodujo una entrevista hecha a Allende por el conocido periodista francés Regis Debray, también marxista, quien preguntó: “Cómo pudiste pactar con la burguesía.” Allende responde: “Ubícate en el momento. Era necesario tomar el poder.”
Los acontecimientos que siguieron clarificaron el sentido de dicha respuesta. En efecto, los partidos de la Unidad Popular -socialista, comunistas y otros grupos menores de extrema izquierda- nunca tuvieron el propósito de gobernar ordenadamente el país, encauzando las reformas dentro de los marcos constitucionales y legales a que se habían comprometido. Todo lo contrario, deslumbrados por el éxito obtenido aceleraron el proceso revolucionario, imponiendo por el atropello, la persecución y la violencia, los objetivos que se habían propuesto antes de los compromisos que habían suscrito.
El ejemplo de Cuba y la presión del comunismo soviético, llevó a los nuevos gobernantes a equivocar el camino, a la desorganización y al fracaso. En ellos predominó el ímpetu revolucionario, la convicción ideológica por sobre la prudencia política y los intereses de Chile.
El propósito revolucionario de asegurar el “poder total” e implantar el sistema marxista leninista, predominó en la orientación del gobierno de la Unidad Popular, desconociendo o atropellando el compromiso de respetar la Constitución y las leyes.
Recordemos que el señor Allende había dicho en el Senado, al agradecer los votos de los parlamentarios demócrata cristianos, que le permitieron ser designado presidente, las siguientes palabras: “con el presidente de la Democracia Cristiana y con los integrantes de la Comisión Política de esa colectividad, no tuvimos otra preocupación que buscar el camino que aquí está consagrado”. Mas adelante agregó: “He venido a decir que estas disposiciones deben entenderse, no solo como principios consagrados en la carta fundamental, sino como la regla moral de un compromiso ante nuestra propia conciencia y ante la historia”.
Este compromiso, a que se refería el señor Allende, le obligaba a gobernar dentro de la Constitución y las leyes, y cerraba la posibilidad de impulsar la lucha armada que habían proclamado en Chillán en 1967 para alcanzar el poder total. Por otra parte, significaba rechazar los objetivos revolucionarios marxista leninistas proclamados y reiterados en la creación de “OLAS” (Organización Latino americana de Solidaridad), que funcionaba en La Habana y de la cual el mismo señor Allende era el presidente. El propósito proclamado por OLAS era promover la lucha armada en todo el continente para establecer gobiernos marxistas revolucionarios.
Así pues no era fácil cumplir simultáneamente los dos objetivos: gobierno constitucional y revolución armada. En la alternativa de elegir predominó la fiebre revolucionaria.
Un antecedente de la conducción revolucionaria lo encontramos en el acuerdo del Congreso Socialista de La Serena en 1971: “Revitalizar los comités de la Unidad Popular y convertirlos en instrumentos de poder político de los trabajadores, encomendándoles el manejo directo de las instituciones y organismos del Estado”.
El caos y los abusos que siguieron a este increíble “avance revolucionario”, en que el gobierno constitucional entregó de hecho la administración pública a los grupos mas extremistas y antidemocráticos, fueron indescriptibles y fatales para el país y el mismo gobierno, el que así cedía sus atribuciones y traspasaba de hecho el poder a los comités políticos.
Las actividades productivas ya estaban en manos de los agitadores marxistas. Recordemos el procedimiento que se usaba: un piquete marxista se instalaba en el acceso a un campo o a una industria y luego aparecía un “inspector” del Ministerio de Economía dejando constancia que esa unidad productiva había dejado de funcionar. Entonces el gobierno nombraba un interventor, nombramiento que generalmente recaía en un dirigente político de segunda o tercera categoría. Se prohibía el ingreso de los propietarios, y de los mandos medios, y tomaba el control el llamado Comité de la Unidad Popular.
La caída vertical de la producción agrícola e industrial, y de todas las actividades productivas relacionadas, fue el resultado de esta “nueva política económica” organizada por los dirigentes marxistas que aseguraban “estar dando importantes pasos para el avance de la revolución”. La escasez de los productos mas esenciales para el sustento de la familia y la inflación desatada por las emisiones del Banco Central, dirigido por el abogado comunista español Joan Garcés, fueron el resultado de todas estas medidas que se publicitaban en Chile y en el exterior, como avances revolucionarios.
Esta es otra de las páginas olvidadas de nuestra Historia.
Ya en Septiembre de 1972, a dos años de asumir el gobierno, el fracaso de la Unidad Popular era evidente. Las cifras de la economía demostraban el alza incontenible de los precios y la baja acelerada en las actividades productivas. Las reservas de divisas se extinguían rápidamente, y la escasez de productos básicos era un problema generalizado que se agravaba semana a semana en todos los hogares.
Entretanto el gobierno seguía en su propósito de provocar “la lucha armada” para alcanzar el poder total.
Hay un discurso del senador demócrata cristiano Patricio Aylwin, quien había sido uno de los votantes a favor de Allende en el Congreso Pleno para elegir Presidente de la República. Veamos algunas de las expresiones del senador Aylwin: “La tesis de “la conquista de la totalidad del poder” como meta principal de toda la acción del oficialismo, ha sido reiteradamente anunciada por sus personeros más representativos y en múltiples documentos oficiales de los partidos de gobierno. El Secretario General del Partido Socialista, senador Altamirano, y el Secretario General del Partido Comunista, senador Corvalán, han insistido en ella reiteradas veces”.
“Según esa tesis, de claro fundamento marxista leninista, el gobierno solo significa para la Unidad Popular una parte del poder, y para llevar a completo término la revolución sería necesario conquistar también el Congreso, los Tribunales de Justicia, los medios de comunicación y, sobre todo, el poder económico y el control total de las bases sociales. Solo así se lograrían las condiciones de suficiente hegemonía, sin contrapesos, que los estrategas comunistas, socialistas, miristas y mapucistas – cualquiera que sean otras diferencias entre ellos – estiman indispensable para imponer el socialismo en Chile.” Y más adelante dice el senador Aylwin “En un reportaje sobre Chile publicado por “Le Monde” en Junio último, se pone en boca del señor Subsecretario de Economía la confesión siguiente “toda la política económica del actual gobierno está dirigida a un objetivo fundamental: la conquista del poder.”
Y agrega el senador Aylwin: “Aunque el ciudadano Presidente de la República llegó a su cargo en virtud del compromiso solemne que contrajo “ante su conciencia y ante la historia”, de ajustar íntegramente su conducta de gobernante a la Constitución y a las Leyes de la República, y aunque no pierda oportunidad para protestar de su respeto a la legalidad, lo cierto es que en los 22 meses del actual régimen el país ha ido presenciando un proceso progresivo de menosprecio y atropello a los principios y reglas esenciales del orden jurídico chileno”.
“Esta conducta, que está privando al gobierno del Presidente Allende del título de legitimidad que tuvo por su origen, es una expresión más del afán de poder y del espíritu totalitario que caracteriza al marxismo leninismo”.
Recordemos que en la Primera Conferencia de OLAS, en Agosto de 1967, a la cual concurrieron los dirigentes marxistas chilenos se había adoptado la resolución que transcribimos: “El primer objetivo de la revolución popular en el continente es la toma del poder mediante la destrucción del aparato burocrático y militar del Estado y su reemplazo por el pueblo armado, para cambiar el régimen socio económico existente. Este objetivo solo es alcanzable a través de la lucha armada, que será feroz y sin cuartel contra los ejércitos de las oligarquías”.
¡No podemos decir que no nos avisaron lo que pensaban hacer!
El desorden generalizado, la escasez de alimentos y productos básicos y la paralización de importantes sectores de actividades, hizo necesaria una reorganización política en esferas de gobierno y la incorporación de los altos mandos de las FF.AA., en cargos ministeriales.Ello creó expectativas de un cambio de orientación por parte del gobierno y una rectificación de las erradas políticas que se estaban impulsando. Pero a poco andar se demostró, en los hechos, que la idea predominante había sido utilizar el prestigio de las FFAA como respaldo para el Gobierno y, al mismo tiempo, asociarlas al intento de instaurar en Chile un sistema marxista-leninista rechazado por la mayoría de la opinión pública. La acción gubernamental se dirigió entonces, especialmente, a tratar de destruir la organización de los gremios y sindicatos mas representativos y asumir funciones que solo correspondían a los poderes Legislativo y Judicial.Por otra parte el gobierno estatizó la distribución de alimentos y creó las Juntas de Abastecimientos y Precios "JAP" en cada barrio y población, para tratar de manejar al pueblo bajo la amenaza del hambre. En otro plano, avanzó en el proyecto de establecer la concientización marxista en las escuelas (proyecto ENU) y organismos del Estado, y siguió empeñado en la creación de sus propias Fuerzas Armadas Revolucionarias, incorporando a ellas a miles de extremistas extranjeros convocados a Chile para impulsar la lucha armada.La elección de parlamentarios en Marzo de 1973 fue un fraude organizado. Según el estudio realizado por la Universidad Católica, se computaron miles de votos a favor de los candidatos de la Unidad Popular de electores inexistentes, por el simple expediente de entregar a las mismas personas dos o mas cédulas de identidad con distintos nombres y señales, para que pudieran inscribirse y votar varias veces. A pesar de ello la oposición democrática alcanzó una amplia mayoría, sin que este hecho modificase la actitud ni los procedimientos del gobierno.La agitación política creciente y el descontento de la población, anticipaban los síntomas de una rebelión generalizada a corto plazo, lo que originó el apresurado viaje a Chile de Carlos Rafael Rodríguez, Jefe del Partido Comunista en Cuba, trayendo una carta de solidaridad revolucionaria de Fidel Castro para el Presidente Allende. Llegó también el Jefe de la Policía Secreta, Manuel Piñeiro, quien se sumó a los cientos de agentes castristas que intervenían en todas las esferas del gobierno. Recordemos, además, que una hija del Presidente Allende había contraído matrimonio con Luis Fernández Oña, Agente de la Policía Política de Cuba, quien operaba en Chile como asesor presidencial.
En el clima de desorden y atropellos que se vivía, los otros poderes del Estado y las organizaciones mas representativas expresaron su rechazo y protestaron reiteradamente por las violaciones a la Constitución y a las leyes, en documentos y declaraciones que se hicieron públicas y compartidas por la inmensa mayoría de los chilenos. Cabe mencionar, al efecto, las comunicaciones de la Corte Suprema de Justicia y de los Colegios Profesionales.En efecto, el 26 de Mayo de 1973 la Corte Suprema oficia al señor Allende diciendo: "Esta Corte debe representar a V.E., por enésima vez, la actitud ilegal de la autoridad administrativa en la ilícita intromisión en asuntos judiciales"; y el 25 de Junio, en otro oficio, dice: "Las atribuciones del Poder Judicial están siendo desconocidas por V.E., cohonestando así la rebeldía de la administración." Mas adelante agrega: "El Presidente ha asumido la tarea – difícil y penosa para quien conoce el Derecho solo por terceristas – de fijar a esta Corte las pautas de interpretación de la Ley, misión que en los asuntos que le son encomendados compete exclusivamente al Poder Judicial".
El 22 de Agosto de 1973 la Cámara de Diputados aprobó un trascendental acuerdo denunciando el atropello a la Constitución y las leyes por el gobierno de la Unidad Popular.
Dijo la Cámara de Diputados:
"Es un hecho que el actual gobierno de la República, desde sus inicios, se ha empeñado en conquistar el poder total con el evidente propósito de someter a todas las personas al más estricto control económico y político por parte del Estado y lograr, de ese modo, un sistema totalitario absolutamente opuesto al sistema democrático representativo que la Constitución establece".
"Para lograr ese fin el gobierno no ha incurrido en violaciones aisladas de la Constitución y de la Ley, sino que ha hecho de ellas un sistema permanente de conductas."
Enumera, enseguida, la Cámara de Diputados una larga lista de atropellos y arbitrariedades cometidas por el Gobierno:
"Ha usurpado al Congreso la función de legislar."
"Ha burlado la facultades fiscalizadoras de éste."
"Se ha negado a promulgar la Reforma Constitucional definiendo áreas de la economía."
"Ha burlado la acción de la Justicia en los casos de delincuentes que pertenecen a los partidos de gobierno."
"Ha hecho tabla rasa de la separación de los poderes del Estado."
"Ha dejado sin aplicar las sentencias y resoluciones judiciales."
"Ha violado los dictámenes de la Contraloría General de la República."
"Ha violado el principio de igualdad ante la ley mediante discriminaciones sectarias en la distribución de alimentos y en numerosos otros aspectos."
"Ha atentado contra la libertad de expresión. Ejerciendo toda clase de presiones económicas contra los órganos de difusión que no son incondicionales del régimen."
"Ha encarcelado ilegalmente a los periodistas de oposición."
"Ha violado la autonomía universitaria."
"Ha impedido el ejercicio del derecho de reunión."
"Ha atentado contra la libertad de enseñanza, aplicando subrepticiamente un plan educacional que persigue la concientización marxista."
"Ha violado sistemáticamente la garantía constitucional del derecho de propiedad."
"Ha incurrido en detenciones ilegales de personas por motivos políticos y las víctimas han sido sometidas a flagelaciones y torturas."
"Ha desconocido los derechos de los trabajadores y de sus organizaciones sindicales o gremiales."
"Ha infringido la garantía constitucional que permite salir del país."
"Ha propiciado o amparado organismos sediciosos que sirven de base a la dictadura totalitaria sobre la población."
"Ha amparado la organización de grupos armados que, además de atentar contra la seguridad de las personas y sus derechos, están destinados a enfrentar a las FF.AA."
Con estos antecedentes la Cámara de Diputados llama "a los miembros de las FF.AA., que colaboran con el gobierno, "a poner inmediato término a todas las situaciones referidas que infringen la Constitución y las leyes."
Este acuerdo histórico de la Cámara de Diputados fue aprobado por amplia mayoría con los votos de los parlamentarios de los partidos Nacional, Demócrata Cristiano y Democracia Radical, que también conformaban la mayoría del Senado. La sesión de la Cámara fue presidida por el diputado DC don Luis Pareto.
El referido acuerdo parlamentario tuvo un efecto determinante, pues significó que la mayoría ciudadana, expresada en las elecciones de Marzo de 1973, a través de sus representantes parlamentarios, convocaba a las FF.AA. a asumir la responsabilidad de poner fin a la ilegal y desastrosa gestión del gobierno de la Unidad Popular.
Veinte días mas tarde las FF.AA., y de Orden, asumieron su responsabilidad, fue ineludible.
En materia de política interna, se proclamó lo siguiente:
1. “El Partido Socialista, como organización marxista leninista, plantea la toma del poder como objetivo estratégico a cumplir por esta generación, para instaurar un Estado Revolucionario que libere a Chile de la dependencia y del retraso económico y cultural”.
2. “La violencia revolucionaria es inevitable y legítima. Resulta necesariamente del carácter represivo y armado del estado de clase. Constituye la única vía que conduce a la toma del poder político, y a su ulterior defensa y fortalecimiento. Sólo destruyendo el aparato burocrático y militar del estado burgués puede consolidarse la revolución socialista”.
3. “Las formas pacíficas o legales de lucha (reinvindicativas, ideológicas, electorales) no conducen por si mismas al poder. El Partido Socialista las considera como instrumentos limitados de acción, incorporados al proceso político que nos lleva a la lucha armada”. (Historia del Partido Socialista de Chile, por Julio César Jobet, pag. 313, Ediciones Documentas. Prólogo de Ricardo Nuñez)
En el plano internacional se afirmó:
1. “El partido Socialista solidarizó con todos los procesos socialistas iniciados en la URSS y Europa Oriental, en Asia y en Cuba, cuya revolución ha dado una dimensión diferente a la lucha de clases en nuestro continente y ha demostrado la viabilidad de la violencia revolucionaria para alcanzar el poder”.
Esta proclamación de lucha armada para destruir la institucionalidad democrática existente en Chile y establecer un sistema marxista, en connivencia con el gobierno cubano y los intereses del comunismo soviético en esta zona del mundo, significó el inicio de una etapa de división y enfrentamiento entre chilenos, cuyos efectos aún no parecen superados.
Existen en esta materia graves antecedentes y responsabilidades, que no han sido considerados por las autoridades políticas o judiciales, y generalmente silenciados por los medios de comunicación.
Sin embargo no podrán ser omitidos cuando se investigue con seriedad los hechos que constituyen nuestra historia reciente. Un período en que los chilenos tuvimos que optar entre seguir siendo una nación libre y democrática o dejarnos avasallar por la intervención y los métodos del comunismo soviético.
La declaración del Partido Socialista aprobada en su Congreso de Chillán en 1967 significó una declaración de guerra a todo el sistema institucional de Chile y, en especial, a las F.F.A.A. encargadas de garantizar esa institucionalidad.
La solidaridad que se expresó con la URSS y otros gobiernos de tendencia marxista, hizo evidente y público el propósito de alinear a Chile, en apoyo de las acciones y propósitos de la URSS y el comunismo internacional durante la llamada “guerra fría”.
En otro aspecto, resulta increíble que el gobierno y las autoridades de aquella época no hayan denunciado y sancionado la proclamación de la lucha armada por el Partido Socialista, que fue el inicio de un proceso que fatalmente llevaría a los chilenos a la división y al enfrentamiento y la guerra civil, pues la mayoría ciudadana no iba a aceptar que la minoría marxista alcanzara sus objetivos por la amenaza y la violencia.
El proyecto marxista leninista, para conquistar el poder era la negación de los derechos humanos y la libertad de los chilenos contrarios a someterse a un régimen opresivo e inhumano como los que imperaban en los países gobernados por los marxistas. Significaba, también, el intento de obligar a los chilenos a romper sus tradiciones enraizadas en la Cultura Occidental Cristiana para imponer, por el terror y la persecución, lo que ellos definían como el marxismo leninismo, es decir, las ideas de Marx y los métodos de Lenin.
Algunos han sostenido que los propósitos y acuerdos del Partido Socialista para alcanzar el poder por la lucha armada, no fueron mas que bravatas revolucionarias. Tratan de probar estos asertos afirmando que participaron en la elección presidencial de 1970 incorporados al sistema político electoral vigente. Pero olvidan mencionar que ya habían iniciado los preparativos para la lucha armada que proclamaron en Chillán, dando apoyo a los grupos extremistas que comenzaban a usar el terrorismo como arma de acción política y que nunca volvieron atrás en las ideas y propósitos acordados en el Congreso de Chillán.
En la campaña presidencial de 1970 usaron la táctica de sumergirse tras una apariencia democrática y así obtuvieron una votación del 36% de los votos, lo que no les permitía acceder al poder sin el apoyo de sectores democráticos no marxistas.
Ese apoyo lo lograron mediante un acuerdo con el Partido Demócrata Cristiano, obligándose a gobernar dentro de la Constitución y las leyes, y reiterando especialmente aquellas disposiciones que garantizaban los derechos ciudadanos y las libertades públicas y, en especial, la libertad de educación. Se reiteró asimismo que los únicos cuerpos armados que podrían existir, serían los establecidos en el ordenamiento jurídico de Chile: Armada, Ejército, Fuerza Aérea y Carabineros. Fue así como el Congreso Nacional eligió Presidente de la República al candidato socialista señor Salvador Allende, quien había obtenido poco mas de un tercio de la votación ciudadana.
La revista marxista “Punto Final” reprodujo una entrevista hecha a Allende por el conocido periodista francés Regis Debray, también marxista, quien preguntó: “Cómo pudiste pactar con la burguesía.” Allende responde: “Ubícate en el momento. Era necesario tomar el poder.”
Los acontecimientos que siguieron clarificaron el sentido de dicha respuesta. En efecto, los partidos de la Unidad Popular -socialista, comunistas y otros grupos menores de extrema izquierda- nunca tuvieron el propósito de gobernar ordenadamente el país, encauzando las reformas dentro de los marcos constitucionales y legales a que se habían comprometido. Todo lo contrario, deslumbrados por el éxito obtenido aceleraron el proceso revolucionario, imponiendo por el atropello, la persecución y la violencia, los objetivos que se habían propuesto antes de los compromisos que habían suscrito.
El ejemplo de Cuba y la presión del comunismo soviético, llevó a los nuevos gobernantes a equivocar el camino, a la desorganización y al fracaso. En ellos predominó el ímpetu revolucionario, la convicción ideológica por sobre la prudencia política y los intereses de Chile.
El propósito revolucionario de asegurar el “poder total” e implantar el sistema marxista leninista, predominó en la orientación del gobierno de la Unidad Popular, desconociendo o atropellando el compromiso de respetar la Constitución y las leyes.
Recordemos que el señor Allende había dicho en el Senado, al agradecer los votos de los parlamentarios demócrata cristianos, que le permitieron ser designado presidente, las siguientes palabras: “con el presidente de la Democracia Cristiana y con los integrantes de la Comisión Política de esa colectividad, no tuvimos otra preocupación que buscar el camino que aquí está consagrado”. Mas adelante agregó: “He venido a decir que estas disposiciones deben entenderse, no solo como principios consagrados en la carta fundamental, sino como la regla moral de un compromiso ante nuestra propia conciencia y ante la historia”.
Este compromiso, a que se refería el señor Allende, le obligaba a gobernar dentro de la Constitución y las leyes, y cerraba la posibilidad de impulsar la lucha armada que habían proclamado en Chillán en 1967 para alcanzar el poder total. Por otra parte, significaba rechazar los objetivos revolucionarios marxista leninistas proclamados y reiterados en la creación de “OLAS” (Organización Latino americana de Solidaridad), que funcionaba en La Habana y de la cual el mismo señor Allende era el presidente. El propósito proclamado por OLAS era promover la lucha armada en todo el continente para establecer gobiernos marxistas revolucionarios.
Así pues no era fácil cumplir simultáneamente los dos objetivos: gobierno constitucional y revolución armada. En la alternativa de elegir predominó la fiebre revolucionaria.
Un antecedente de la conducción revolucionaria lo encontramos en el acuerdo del Congreso Socialista de La Serena en 1971: “Revitalizar los comités de la Unidad Popular y convertirlos en instrumentos de poder político de los trabajadores, encomendándoles el manejo directo de las instituciones y organismos del Estado”.
El caos y los abusos que siguieron a este increíble “avance revolucionario”, en que el gobierno constitucional entregó de hecho la administración pública a los grupos mas extremistas y antidemocráticos, fueron indescriptibles y fatales para el país y el mismo gobierno, el que así cedía sus atribuciones y traspasaba de hecho el poder a los comités políticos.
Las actividades productivas ya estaban en manos de los agitadores marxistas. Recordemos el procedimiento que se usaba: un piquete marxista se instalaba en el acceso a un campo o a una industria y luego aparecía un “inspector” del Ministerio de Economía dejando constancia que esa unidad productiva había dejado de funcionar. Entonces el gobierno nombraba un interventor, nombramiento que generalmente recaía en un dirigente político de segunda o tercera categoría. Se prohibía el ingreso de los propietarios, y de los mandos medios, y tomaba el control el llamado Comité de la Unidad Popular.
La caída vertical de la producción agrícola e industrial, y de todas las actividades productivas relacionadas, fue el resultado de esta “nueva política económica” organizada por los dirigentes marxistas que aseguraban “estar dando importantes pasos para el avance de la revolución”. La escasez de los productos mas esenciales para el sustento de la familia y la inflación desatada por las emisiones del Banco Central, dirigido por el abogado comunista español Joan Garcés, fueron el resultado de todas estas medidas que se publicitaban en Chile y en el exterior, como avances revolucionarios.
Esta es otra de las páginas olvidadas de nuestra Historia.
Ya en Septiembre de 1972, a dos años de asumir el gobierno, el fracaso de la Unidad Popular era evidente. Las cifras de la economía demostraban el alza incontenible de los precios y la baja acelerada en las actividades productivas. Las reservas de divisas se extinguían rápidamente, y la escasez de productos básicos era un problema generalizado que se agravaba semana a semana en todos los hogares.
Entretanto el gobierno seguía en su propósito de provocar “la lucha armada” para alcanzar el poder total.
Hay un discurso del senador demócrata cristiano Patricio Aylwin, quien había sido uno de los votantes a favor de Allende en el Congreso Pleno para elegir Presidente de la República. Veamos algunas de las expresiones del senador Aylwin: “La tesis de “la conquista de la totalidad del poder” como meta principal de toda la acción del oficialismo, ha sido reiteradamente anunciada por sus personeros más representativos y en múltiples documentos oficiales de los partidos de gobierno. El Secretario General del Partido Socialista, senador Altamirano, y el Secretario General del Partido Comunista, senador Corvalán, han insistido en ella reiteradas veces”.
“Según esa tesis, de claro fundamento marxista leninista, el gobierno solo significa para la Unidad Popular una parte del poder, y para llevar a completo término la revolución sería necesario conquistar también el Congreso, los Tribunales de Justicia, los medios de comunicación y, sobre todo, el poder económico y el control total de las bases sociales. Solo así se lograrían las condiciones de suficiente hegemonía, sin contrapesos, que los estrategas comunistas, socialistas, miristas y mapucistas – cualquiera que sean otras diferencias entre ellos – estiman indispensable para imponer el socialismo en Chile.” Y más adelante dice el senador Aylwin “En un reportaje sobre Chile publicado por “Le Monde” en Junio último, se pone en boca del señor Subsecretario de Economía la confesión siguiente “toda la política económica del actual gobierno está dirigida a un objetivo fundamental: la conquista del poder.”
Y agrega el senador Aylwin: “Aunque el ciudadano Presidente de la República llegó a su cargo en virtud del compromiso solemne que contrajo “ante su conciencia y ante la historia”, de ajustar íntegramente su conducta de gobernante a la Constitución y a las Leyes de la República, y aunque no pierda oportunidad para protestar de su respeto a la legalidad, lo cierto es que en los 22 meses del actual régimen el país ha ido presenciando un proceso progresivo de menosprecio y atropello a los principios y reglas esenciales del orden jurídico chileno”.
“Esta conducta, que está privando al gobierno del Presidente Allende del título de legitimidad que tuvo por su origen, es una expresión más del afán de poder y del espíritu totalitario que caracteriza al marxismo leninismo”.
Recordemos que en la Primera Conferencia de OLAS, en Agosto de 1967, a la cual concurrieron los dirigentes marxistas chilenos se había adoptado la resolución que transcribimos: “El primer objetivo de la revolución popular en el continente es la toma del poder mediante la destrucción del aparato burocrático y militar del Estado y su reemplazo por el pueblo armado, para cambiar el régimen socio económico existente. Este objetivo solo es alcanzable a través de la lucha armada, que será feroz y sin cuartel contra los ejércitos de las oligarquías”.
¡No podemos decir que no nos avisaron lo que pensaban hacer!
El desorden generalizado, la escasez de alimentos y productos básicos y la paralización de importantes sectores de actividades, hizo necesaria una reorganización política en esferas de gobierno y la incorporación de los altos mandos de las FF.AA., en cargos ministeriales.Ello creó expectativas de un cambio de orientación por parte del gobierno y una rectificación de las erradas políticas que se estaban impulsando. Pero a poco andar se demostró, en los hechos, que la idea predominante había sido utilizar el prestigio de las FFAA como respaldo para el Gobierno y, al mismo tiempo, asociarlas al intento de instaurar en Chile un sistema marxista-leninista rechazado por la mayoría de la opinión pública. La acción gubernamental se dirigió entonces, especialmente, a tratar de destruir la organización de los gremios y sindicatos mas representativos y asumir funciones que solo correspondían a los poderes Legislativo y Judicial.Por otra parte el gobierno estatizó la distribución de alimentos y creó las Juntas de Abastecimientos y Precios "JAP" en cada barrio y población, para tratar de manejar al pueblo bajo la amenaza del hambre. En otro plano, avanzó en el proyecto de establecer la concientización marxista en las escuelas (proyecto ENU) y organismos del Estado, y siguió empeñado en la creación de sus propias Fuerzas Armadas Revolucionarias, incorporando a ellas a miles de extremistas extranjeros convocados a Chile para impulsar la lucha armada.La elección de parlamentarios en Marzo de 1973 fue un fraude organizado. Según el estudio realizado por la Universidad Católica, se computaron miles de votos a favor de los candidatos de la Unidad Popular de electores inexistentes, por el simple expediente de entregar a las mismas personas dos o mas cédulas de identidad con distintos nombres y señales, para que pudieran inscribirse y votar varias veces. A pesar de ello la oposición democrática alcanzó una amplia mayoría, sin que este hecho modificase la actitud ni los procedimientos del gobierno.La agitación política creciente y el descontento de la población, anticipaban los síntomas de una rebelión generalizada a corto plazo, lo que originó el apresurado viaje a Chile de Carlos Rafael Rodríguez, Jefe del Partido Comunista en Cuba, trayendo una carta de solidaridad revolucionaria de Fidel Castro para el Presidente Allende. Llegó también el Jefe de la Policía Secreta, Manuel Piñeiro, quien se sumó a los cientos de agentes castristas que intervenían en todas las esferas del gobierno. Recordemos, además, que una hija del Presidente Allende había contraído matrimonio con Luis Fernández Oña, Agente de la Policía Política de Cuba, quien operaba en Chile como asesor presidencial.
En el clima de desorden y atropellos que se vivía, los otros poderes del Estado y las organizaciones mas representativas expresaron su rechazo y protestaron reiteradamente por las violaciones a la Constitución y a las leyes, en documentos y declaraciones que se hicieron públicas y compartidas por la inmensa mayoría de los chilenos. Cabe mencionar, al efecto, las comunicaciones de la Corte Suprema de Justicia y de los Colegios Profesionales.En efecto, el 26 de Mayo de 1973 la Corte Suprema oficia al señor Allende diciendo: "Esta Corte debe representar a V.E., por enésima vez, la actitud ilegal de la autoridad administrativa en la ilícita intromisión en asuntos judiciales"; y el 25 de Junio, en otro oficio, dice: "Las atribuciones del Poder Judicial están siendo desconocidas por V.E., cohonestando así la rebeldía de la administración." Mas adelante agrega: "El Presidente ha asumido la tarea – difícil y penosa para quien conoce el Derecho solo por terceristas – de fijar a esta Corte las pautas de interpretación de la Ley, misión que en los asuntos que le son encomendados compete exclusivamente al Poder Judicial".
El 22 de Agosto de 1973 la Cámara de Diputados aprobó un trascendental acuerdo denunciando el atropello a la Constitución y las leyes por el gobierno de la Unidad Popular.
Dijo la Cámara de Diputados:
"Es un hecho que el actual gobierno de la República, desde sus inicios, se ha empeñado en conquistar el poder total con el evidente propósito de someter a todas las personas al más estricto control económico y político por parte del Estado y lograr, de ese modo, un sistema totalitario absolutamente opuesto al sistema democrático representativo que la Constitución establece".
"Para lograr ese fin el gobierno no ha incurrido en violaciones aisladas de la Constitución y de la Ley, sino que ha hecho de ellas un sistema permanente de conductas."
Enumera, enseguida, la Cámara de Diputados una larga lista de atropellos y arbitrariedades cometidas por el Gobierno:
"Ha usurpado al Congreso la función de legislar."
"Ha burlado la facultades fiscalizadoras de éste."
"Se ha negado a promulgar la Reforma Constitucional definiendo áreas de la economía."
"Ha burlado la acción de la Justicia en los casos de delincuentes que pertenecen a los partidos de gobierno."
"Ha hecho tabla rasa de la separación de los poderes del Estado."
"Ha dejado sin aplicar las sentencias y resoluciones judiciales."
"Ha violado los dictámenes de la Contraloría General de la República."
"Ha violado el principio de igualdad ante la ley mediante discriminaciones sectarias en la distribución de alimentos y en numerosos otros aspectos."
"Ha atentado contra la libertad de expresión. Ejerciendo toda clase de presiones económicas contra los órganos de difusión que no son incondicionales del régimen."
"Ha encarcelado ilegalmente a los periodistas de oposición."
"Ha violado la autonomía universitaria."
"Ha impedido el ejercicio del derecho de reunión."
"Ha atentado contra la libertad de enseñanza, aplicando subrepticiamente un plan educacional que persigue la concientización marxista."
"Ha violado sistemáticamente la garantía constitucional del derecho de propiedad."
"Ha incurrido en detenciones ilegales de personas por motivos políticos y las víctimas han sido sometidas a flagelaciones y torturas."
"Ha desconocido los derechos de los trabajadores y de sus organizaciones sindicales o gremiales."
"Ha infringido la garantía constitucional que permite salir del país."
"Ha propiciado o amparado organismos sediciosos que sirven de base a la dictadura totalitaria sobre la población."
"Ha amparado la organización de grupos armados que, además de atentar contra la seguridad de las personas y sus derechos, están destinados a enfrentar a las FF.AA."
Con estos antecedentes la Cámara de Diputados llama "a los miembros de las FF.AA., que colaboran con el gobierno, "a poner inmediato término a todas las situaciones referidas que infringen la Constitución y las leyes."
Este acuerdo histórico de la Cámara de Diputados fue aprobado por amplia mayoría con los votos de los parlamentarios de los partidos Nacional, Demócrata Cristiano y Democracia Radical, que también conformaban la mayoría del Senado. La sesión de la Cámara fue presidida por el diputado DC don Luis Pareto.
El referido acuerdo parlamentario tuvo un efecto determinante, pues significó que la mayoría ciudadana, expresada en las elecciones de Marzo de 1973, a través de sus representantes parlamentarios, convocaba a las FF.AA. a asumir la responsabilidad de poner fin a la ilegal y desastrosa gestión del gobierno de la Unidad Popular.
Veinte días mas tarde las FF.AA., y de Orden, asumieron su responsabilidad, fue ineludible.
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